Ser sustentable, vida o muerte para todos
*Melchor García*
“Rechazar todo aquello que no necesitas, en tanto en tu consumo de ropa, de comida, de bienes, de artículos de primer uso.”. Es la voz de Vanesa Arizmendi, activista ProMedio Ambiente, al cuestionar al lector sobre qué ha hecho el día de hoy para salvar al planeta; en el marco de un inicio de año plagado por contingencias ambientales y por incendios forestales a nivel mundial, llama a cuestionarse sobre la huella ecológica que dejaremos a nuestro paso.
Frente a políticas ambientales de recolección de residuos ineficientes refiere como cierto el dicho de que esta generación definirá el futuro de todos. Señala que la cultura de lo desechable, que se ha privilegiado al menos en los últimos 50 años, nos lleva hacia la catástrofe ambiental y humanitaria.
“Los productos desechables fueron el boom cuando empezaron a salir porque significaba digamos facilidad comodidad, pero el regresar a productos que no son de un solo uso sino que son reusables, pero si nos enfocamos a cuáles son los beneficios de nuestra huella ecológica en nuestra persona y,nuestros beneficios económicos, la verdad que se vuelve un cambio sencillo de hacer, te vuelves más consciente del aquí y de ahora, de todo lo que tú haces y que con lleva estos actos.”.
La adopción de productos reusables sobre aquellos desechables es hoy no una alternativa, dice, sino una obligación de todos apostando por productos duraderos que se basen en la premisa de cero basura: desde los pilares de rechazar, reducir, rehusar, reciclar y compostar.
“Todo el mundo nos cepillamos los dientes sin saber que el primer cepillo que utilizamos en nuestra vida que muy probablemente era de plástico, seguramente sigue en algún lugar, que el plástico no se degrada, se va fragmentando en los micro plásticos que ahora en día los podemos encontrar en nuestra cadena de alimentos.”, explicó.
Hoy, en compañía de sus amigas Natalia y María Fernando, han puesto en marcha el Centro Integral Mulix, ubicado en la colonia Independencia de Toluca, que alienta una vida sustentable y en equilibrio con el planeta a través de la modificación sustancial de nuestros hábitos de consumo, partiendo incluso desde nuestra alimentación.
“La industria ganadera es una de las principales causantes de la de forestación, pero también la pesca es de lo que más contamina a nivel plástico con el mar, las repercusiones que tienen en el ambiente, el consumir ingredientes de origen animal son enormes el gasto de agua también es enorme.”, expresó Natalia Romero, activista vegana.
El Centro Integral Mulix une los proyectos Fro, Kuta, Vegganize, que buscan reeducar a la población hacia una mayor conciencia y respeto a nuestro planeta con la idea de que como máxima de que si no es hoy, no será mañana.
“Ya ni siquiera es un lujo, es algo que se debe de hacer si no empezamos nosotros esto va ser una bola de nieve que no vamos a poder parar en un futuro.”, refirió María Fernanda Reyes, activista ProMedio Ambiente.
