jueves, marzo 28, 2024
MunicipiosNacionalesOpiniónPolítica

A PEÑA NIETO NADIE LO PERDONA

Por Raúl Río Valle

ENRIQUE PEÑA NIETO TERCER INFORME

Pido perdón por la “Casa Blanca”, cometí un error que dañó a mi familia y a la investidura presidencial, dijo Peña Nieto al instalar el lunes pasado el Sistema Nacional Anticorrupción. Abriendo nuevamente una herida que no había cerrado y refrescó la memoria de los mexicanos y que a algunos les hizo gritar que no fue un error, que fue un delito y no se castigará, porque hay corrupción e impunidad.

El escritor Fernando del Paso lo dijo así: “Si una persona considera disculparse, se considera culpable”.

En el mismo sentido la también escritora Guadalupe Loaeza comentó: “¿Se puede perdonar lo imperdonable? El que pide perdón, necesariamente se siente culpable, de lo contrario no reconocería públicamente que su ‘error’ en el caso de la Casa Blanca, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el Gobierno”.

Después de tanta corrupción e impunidad los mexicanos no parecen estar dispuestos a perdonar al jefe de los priístas que se perdona a él mismo una y otra vez, al igual que  a sus amigos de partido, destacadamente a Humberto Moreira, pero también a Javier Duarte, Roberto Borge y César Duarte, a los que en la campaña del 2012 públicamente los presumió como la “nueva generación” del “nuevo PRI”.

Así mismo, la respuesta social no esperó mucho, en un sondeo realizado por Enrique Galván Ochoa el mismo lunes entre la 4 y las 7 de la tarde,  2 mil 349 usuarios de Twitter y Facebook respondieron a la pregunta “¿EPN ofrece disculpas… lo perdonamos?” La respuesta fue contundente: Por el SÍ 0.7%; por el NO 81.7%; por el SÍ pero reparando daños 17.3%; y por el NO SÉ 0.3%.

También la periodista Carmen Aristegui, cuyo equipo de colaboradores integrado por Rafael Cabrera, Daniel Lizárraga, Irving Huerta y Sebastián Barragán realizaron la investigación sobre la Casa Blanca, dada a conocer por Aristegui Noticias en su programa de MVS Radio el 6 de noviembre de 2014, consideró que Peña Nieto “no puede ser perdonado”

Y es que Aristegui ha preguntado: ¿El perdón alcanza a los periodistas que fuimos echados tan de mala manera por la Casa Blanca? A lo cual agrega: “Mi respuesta, sin titubear un momento, es no”. Por ello,  “Mientras Peña Nieto no repare el daño, no puede ser perdonado”.

El historiador y académico Lorenzo Meyer ha dicho que el perdón pedido por Peña Nieto no es siquiera sincero, considera que es por un cálculo político porque ya el 2018 está en juego. Además de que su disculpa “es una manera interesante de zafarse del problema central… que es la corrupción… ya no queda duda que ahí se esta concentrando el mal humor social”.

Meyer dice que la solicitud de perdón de Peña le recuerda la carta de renuncia de Porfirio Díaz, porque ahí también el dictador oaxaqueño dice perplejo: “yo no hice nada malo”, no reconoce en sus acciones los motivos del levantamiento revolucionario de 1910. En esa carta Díaz señala “no conozco hecho alguno imputable a mi, que motivara ese fenómeno social (el de la insurrección armada).

Así como Don Porfirio dijo “yo no sé por qué se están enojando conmigo”, aquí también, cuando Peña habló del mal humor social, no reconoce en sus hechos el origen de su rechazo ciudadano. Ese mal humor social que observa, no tiene para él una razón objetiva de ser, pero es la corrupción la que aviva el malestar social, según Meyer.

Otro periodista que recobra la imagen de Porfirio Díaz en el momento de su renuncia es Julio Hernández López, recordó que el barco en que partió Díaz al destierro francés se llamaba Ipiranga. Comentó que el perdón de Peña “es un pre Ipiranga. Es como una cosa previa al Ipiranga”.

Si en realidad el objetivo de Peña era de evitar el hundimiento del PRI, puede decirse que su objetivo fracasó. Tuvo muy mala asesoría y fue realizado en muy mal momento.

Si quería evitar que, como sucedió en Chihuahua, Veracruz y Quintana Roo, el tema de la corrupción fuera convertido en un referéndum en la elección de 2017 en el Estado de México y en la elección presidencial de 2018, en todo caso parece que obtuvo un “efecto boomerang”.

Solamente una cosa queda clara a estás alturas del partido, nadie perdona a Peña. O por lo menos ya no tiene defensores públicos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *