Chicles, mala opción para digestión
*Melchor García*
Uno de los productos más consumidos por todas las personas son los chicles, o goma de mascar, pero no en todos los casos es recomendable su consumo, pues daña el esmalte de los dientes, además de que genera que se segreguen muchos jugos gástricos, lo que puede producir que el estómago se irrite y se inflame, produciendo desde agruras, hasta flatulencias.
María del Carmen Rodríguez, Nutrióloga del Instituto Mexicano del Seguro Social, señaló que existen muchos mitos alrededor del consumo de la goma de mascar, pero no todos están alejados de la realidad, pues si bien el consumo no descalcifica los dientes, sí daña el esmalte, haciendo que sean proclives a ponerse amarillentos o presentar manchas.
Explica que la segregación de saliva ayuda a que desaparezcan las manchas grisáceas en los dientes, pues los ácidos en la saliva sirven como limpiadores. El secreto, según la doctora, es mascar chicles sin azúcar y sin color.
En cuanto a si este hábito interviene en la proliferación de caries dental, advierte que es al contrario, pues la constante producción de saliva limpia los dientes y elimina una gran parte de las bacterias que producen el mal aliento y la caries, aunque, puntualmente señala, esto no remplaza la limpieza dental, pues sentir la boca fresca no es sinónimo de limpieza, al contrario, se quedan en ella los colorantes y azucares que dañan el esmalte, explica que una vez rallado o fisurado el esmalte, es cuando se presentan las caries.
En cuanto a los aspectos negativos que produce, advierte, es común mascar chicle cuando no se han ingerido alimentos, lo que provoca que se generen demás jugos gástricos, pues al mascar nuestro cerebro manda la orden al estómago de liberar estos ácidos para disolver la comida y, si no llega nada al estómago, entonces se produce una irritación constante, que puede abarcar a los intestinos y causar flatulencias.
La odontóloga recomienda mascar chicle después de los alimentos, durante un espacio de 20 minutos, pues así se apoya a la digestión con la generación de jugos gástricos, además de que se disuelven las azúcares que hayan quedado en los dientes.
