jueves, marzo 28, 2024
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Cuarta transformación: Lejos de ser parteaguas en la historia

*Luis Durán*

El 1 de diciembre Andrés Manuel López Obrador tomó posesión como presidente de México, señalando su llegada al poder como la “4° transformación” del país, con la promesa de acabar con la corrupción -mal mundial e irremediable en una cultura de consumo como la actual-, la reducción de los hidrocarburos, realizar una inclusión social-democrática y mantener una línea pacifista e ‘igualitaria’.

En su primera semana a cargo de la nación, López Obrador confirmó la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) -algo que ya se sabía antes de su llegada a la presidencia-, ya que el Aeropuerto de Santa Lucía fungirá para los vuelos internaciones y el Aeropuerto “Benito Juárez” para los nacionales; además de la realización del Tren Maya, la creación de una comisión para el caso Ayotzinapa y el apoyo a jóvenes por medio de becas.

Asimismo, el efecto de AMLO se dejó ver en acciones de otros gobiernos de la República, como en la CDMX, donde la nueva jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, informó la eliminación de las fotomultas, que ahora pasarán a ser ‘fotocívicas’, obligando a los faltosos a realizar trabajos comunitarios; también, se comunicó la desaparición del cuerpo de granaderos capitalinos, cumpliendo con una de las demandas del movimiento estudiantil del 68.

En el Estado de México de igual forma se vivió dicha afección, encabezada por la mayoría legislativa de Morena, quienes derogaron la Ley ISSEMyM antes de que entrara en función; recordando que esta iniciativa fue avalada por la anterior Legislatura mexiquense, además de ser presentada por el propio gobernador, Alfredo Del Mazo -que desde la llegada de Andrés Manuel a la presidencia se le ha visto muy sumiso-.

Cabe destacar que Del Mazo aseveró que se respetará la propuesta del Gobierno Federal en materia de presupuesto, puesto que ningún funcionario de la entidad ganará más que el presidente; aunque actualmente el gobernador percibe más de 174 mil 400 pesos, con derecho a un aguinaldo anual de 188 mil 833 pesos, prima vacacional de 78 mil 680 pesos y una gratificación especial al año por casi 63 mil pesos -apenas y para sobrevivir con unas cuantas canastas básicas-, de acuerdo con números de Proceso.

Sin embargo, el gobernador mexiquense y primo de Peña Nieto tendrá la vergonzosa tarea de decirle a Alejandro Ozuna, titular de la Secretaría de Gobierno, que ya no podrá recibir 160 mil pesos mensuales, aproximadamente. En México se estipula que hay alrededor de 34 mil 559 trabajadores que, actualmente, perciben más que el presidente del país, 108 mil 248 pesos mensuales.

Por cierto, los funcionarios con mayor sueldo son los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde AMLO propuso una terna para cubrir la salida de José Ramón Cossío Díaz, en los que sobresale Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien es señalado por presunto tráfico de influencias en el caso de Góngora Pimentel; conjuntamente, son ellos los que se han mostrado más renuentes ante una reducción salarial, argumentado que “son condiciones necesarias para un servicio público indispensable”. -Al parecer impartir justicia en México vale más de 200 mil pesos al mes-

No obstante, el sexenio de AMLO estará lejos de calificar como una transformación de niveles históricos, como la Independencia, la Reforma o la Revolución -que él tanto exhorta-, y más cuando hay un manejo de doble discurso ante la posible eliminación del fuero, cuando su militancia tenía todo para hacerlo real y al final no logró la mayoría calificada, siendo acusado por los partidos de oposición, de disfrazar la medida.

López Obrador pretende pasar a la historia como uno de los mejores presidentes de México, pero realizando acciones como cualquier otro titular de la nación, lavándose las manos de sus decisiones a través de consultas ciudadanas, jurando “autonomías” a instituciones y organismos, postulando a personajes, como Francisco Ignacio Taibo -quien no puede gobernarse asimismo durante una conferencia, por más preparado que éste sea-, o permitiendo a otros, como el bufón de Sergio Mayer, ser diputado federal y encabezar la comisión de cultura.

Andrés Manuel está, por mucho, distante de ser una figura presidencial emblemática para la historia del país, los privilegios de la política mexicana no cesaran, la devaluación del peso y la inflación económica no se detendrán, pese a lo que logre en 6 años, el modelo educativo, tan deficiente, cambiará minúsculamente y eso a ojos de los sindicatos -ahora con el retorno de la maestra menos maestra de México, Elba Esther Gordillo-, los apoyos y ayudas seguirán siendo usados en beneficios de pocos y con miras políticas.

La República Mexicana ha demostrado que la democracia, sea de izquierda o de derecha, no conjuga al 100% con su estructura; quizá nunca se ha aplicado como debe, pero nos ha dejado ver que la burocracia sobrepasa todo accionar en beneficio real de la sociedad y que éste sólo busca el beneficio para unos cuantos, el cual ha sido, es y será así por los siglos de los siglos.

Después de todo, qué rey quiere seguir trabajando sus tierras cuando tiene el poder de hacer que otros lo hagan. Dicen que el poder corrompe hasta el más noble caballero. Imagínate lo que puede hacer con una persona que aspiraba desde hace 12 años con llegar a él.

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