Desde las Alturas

*Arturo Albíter*

La UAEMéx con problemas que van desde la molestia de los trabajadores hasta las observaciones de la ASF.

La Reforma a la Ley Universitaria, aprobada días antes de las elecciones, se convertirá en una piedra en el zapato para el gobernador, Alfredo Del Mazo.

Con la nueva reconfiguración política en el estado y el país, el rector, Alfredo Barrera, supone ajena a la UAEMéx de este efecto

Sus operadores políticos, la implacable Luz María Zarza, el muy cuestionado Javier González, Luis Raúl Ortiz y, quien mejor conoce los grupos de oposición, Jorge Bernaldez, prácticamente desparecieron cualquier voz crítica.

Desde hace algún tiempo, y como no se había visto desde hace muchas administraciones, diferentes sectores de la Universidad Autónoma del Estado de México han mostrado su descontento por lo que viene ocurriendo al interior de la misma.

Pobres resultados deportivos y presión a atletas, entrenadores, incluso el despido de la peor manera del entrenador de futbol americano, sin contar con el terrible manejo que se le ha dado al equipo de futbol soccer.

El trato a los trabajadores, les quitaron apoyos que habían ganado con el paso de los años, hasta la presión que ya ejerce el sindicato, con el mensaje de que ya no va a defenderlos cuando las autoridades tengan interés en despedirlos o cuando llegue algún expediente a la implacable Luz María Zarza.

Así se pueden enumerar situaciones que a muchos pueden parecerles frivolidades, siempre y cuando no sean ellos los afectados, hasta el problema con la Auditoria Superior de la Federación, que no quita el dedo del renglón y ha señalado una y otra vez que funcionarios de esta institución están relacionados con la llamada “Estafa Maestra”, pero que, a recomendación de la abogada universitaria, Alfredo Barrera ya salió a decir que el órgano que los acusa hace un “manejo parcial del asunto”.

La Reforma Universitaria fue un asunto de interés extremo, pero que Alfredo Barrera tenía en mente sacar a como diera lugar, para lo cual ocupó el brazo ejecutor de sus cuatro principales operadores, encabezados por la implacable Luz María Zarza, abogada de la universidad, Javier González, secretario de Administración y que mucho sabe sobre la llamada “Estafa Maestra”, Luis Raúl Ortiz, secretario de Rectoría, y el conocedor de la política interna, el que sabe de las “entrañas” de los diferentes grupos universitarios y sus filiaciones, Jorge Bernáldez.

Así le fue posible acallar todas las voces que, de alguna manera, hicieron el llamado de alerta, desde jóvenes que formaron grupos, como Reivindicación Universitaria y subieron videos a la red, hasta Jaciel Montoya Arce, titular del Cieap, que hasta realizó una conferencia de prensa en la que advirtió que el proceso para debatir la reforma tenía serias irregularidades.

El grupo de operadores se salió con la suya y el Consejo Universitario aprobó por unanimidad la reforma, pero al paso del tiempo llama la atención que, mientras en la máxima casa de estudios, la política se desarrollaba en un ambiente de acuerdos, en todo el país estaba por explotar un fenómeno de descontento que le daría una aplastante victoria a la oposición.

Lástima (para los partidos que perdieron) que Alfredo Barrera no mandara a su “dream team” en la operación política para ayudar a otro instituto que no fuera Morena.

Ahora el problema viene para el gobernador, Alfredo Del Mazo, que está a unas semanas de que la Legislatura tenga mayoría de oposición y una de las tantas preguntas sería: ¿Vale la pena desgastarse para apoyar en este momento la aprobación de dicha Ley en el Congreso local?, ¿no habrá temas de mayor relevancia para llegar a acuerdos?

El presupuesto para la institución se trata en la Legislatura local y una buena parte en la federal; sin duda que el tema se va a politizar, y es obvio, así tiene que ser cuando de inicio se tiene que discutir en el recinto donde más se habla de política, que es la Legislatura.

Evidentemente, y como lo ha demostrado en infinidad de ocasiones, al rector parece no importarle ciertas cosas, incluido el nuevo panorama político; hasta antes de las elecciones nada tenía de extraordinario decir que se había salido con la suya y ya tenía la Reforma asegurada, ahora parece que las cosas no serán tan sencillas.

La implacable Luz María Zarza ya debe estar trabajando con su equipo y con el resto de los operadores para hacer cumplir la orden de aprobar la Reforma, con la diferencia que ahora deberán convencer al Ejecutivo Estatal de apoyar su aprobación, antes de que tomen protesta los diputados electos, algo difícil de conseguir; sólo basta recordar que la abogada no dejó buenos recuerdos en el Gobierno Estatal.

Y si el rector, Alfredo Barrera, en verdad supone que Morena no se ha metido en asuntos de la UAEMéx, sin duda que su visión es más corta de lo que ha demostrado hasta ahora.