Desde las Alturas
*Arturo Albíter*
Se mantiene tema del cambio de director en la Facultad de Derecho de la UAEMéx como de “Alto Riesgo”
Uno de los principales actores en el tema de la elección de director en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México es Erick Velázquez, quien desde hace tiempo ha manifestado en toda clase de foros y reuniones donde se presenta que quiere ser quien ocupe el cargo en el mes de diciembre.
En ese afán por lograr la posición, en la facultad, que muchos consideran como una de las más importantes en la máxima casa de estudios, se adelantó a los tiempos que marca la ley sin medir las consecuencias, porque si alguno de sus detractores lo acusaban podría quedar fuera de la carrera.
El docente de Derecho ha cometido un sinfín de errores que prácticamente lo tienen sin opciones para contender; ya comentamos que le han detectado actos anticipados de campaña, una mala estrategia, así como un pésimo pulso político para iniciar sus actos proselitistas. Autoproclamarse como un fuerte aspirante de la dirección de la institución no fue la mejor forma de posicionarse.
Las cosas en la universidad no están como para buscar una dirección con actos poco claros y es que algunos trabajadores de la facultad ya lo acusaron de que los amenazó a grado tal de atentar contra su integridad; tampoco fue complicado que lo señalaran como un patrocinador de reuniones con alumnos en Bares localizados en Metepec.
El docente sabe que el proyecto en la facultad se ha complicado terriblemente, a tal grado que ha expresado ya no tener esa aspiración y se hace a un lado debido a que tiene una mejor oportunidad como director jurídico en la próxima administración de Metepec que será encabezada por Gabriela Gamboa.
Algo que tampoco se puede confirmar y menos si lo pregona de una forma tan abierta, como en su momento lo hizo al aspirar a la dirección de leyes.
En política cuando les van a otorgar un puesto lo primero que les piden es discreción, porque falta mucho tiempo; no vaya a ser que por adelantarse a los tiempos se quede sin ninguna de las dos opciones.
Si Erick Velázquez decide ya no aspirar a la dirección de la facultad podría convertirse en oxígeno puro para el rector, Alfredo Barrera, que no quita el dedo del renglón e insiste en imponer a José Alanis.
Entre más se acerca el cambio de administración en Ecatepec, peor se ponen las cosas, uno de los peores municipios del país
Desde hace algunas semanas habíamos comentado que el presidente municipal electo de Ecatepec, Fernando Vilchis, sabía que las cosas en la demarcación estaban de mal a muy mal, pero a últimas fechas la situación ha empeorado aunque parezca increíble.
El edil, de extracción de Morena, nos contó sobre la millonaria deuda que le van a heredar y el pésimo trabajo que ha hecho actual alcalde de filiación priista y alumno consentido del exgobernador Eruviel Ávila.
Ecatepec tiene el primer lugar en muchos temas, como ejemplo, es el municipio más habitado de México con una población que rebasa el millón 600 mil habitantes.
Hasta hace poco menos de un año, el Coneval lo ponía como el primer lugar de los 15 municipios con mayor número de pobres, ya que la cifra de personas en situación de pobreza alcanzaba hasta ese momento los 786 mil 846, pero se tiene previsto que ese número aumentó en este momento.
Tiene el primer lugar en cuanto a incidencia delictiva en el ámbito nacional y estatal, tal es el caso de robo de vehículos con violencia, atracos a usuarios de transporte público, homicidios dolosos y quizá uno de los que más se ha recrudecido o al menos ha puesto a ese territorio en la mira internacional, y son los feminicidios.
La última noticia la dio el INEGI y Ecatepec vuelve a ser el primer lugar nacional en una medición; la última encuesta de percepción ubica a este territorio como la ciudad más peligrosa del país para vivir según sus habitantes.
La percepción de la gente que vive en Ecatepec sobre la inseguridad dio como resultado que el 96.3% de sus habitantes mayores de 18 años se sienten inseguros viviendo en esta demarcación.
Faltan un par de meses para que Fernando Vilchis siga buscando la manera de resolver el polvorín que le van a heredar.
