Desde las Alturas

*Arturo Albíter*

**Presidirá Atlacomulco un expriista convertido a petista, hechura de Arturo Montiel

**Roberto Téllez será en un dolor de cabeza para Ana Chimal

**El PRI perdería Atlacomulco si conjuntaban la imposición, una mala administración municipal, debilidad en el comité municipal, la división de los mismos priistas y hasta la traición

Cuando se hablaba de elecciones era difícil pensar que Atlacomulco pasaría a manos de la oposición, era más sencillo que la capital mexiquense se perdiera a que alguien pudiera imaginar una derrota en el mítico municipio del norte de la entidad.

Además, nadie podía negar que los apoyos gubernamentales para el norte de la entidad eran evidentes, muchas zonas podrían quejarse por no contar con obras y apoyo; el caso de Atlacomulco no era así, sobre todo las obras de infraestructura le habían dado otra fisonomía a la región.

Para que derrotaran al Revolucionario Institucional debían conjuntarse varias cosas y no sólo se registró ese fenómeno, incluso se rebasó.

Para empezar, se necesitaba una mala administración municipal y Ana Chimal se encargó de ese asunto; aunque no fue una pésima presidenta municipal, el tema del lienzo que se vino abajo, a tan sólo unas semanas de iniciar campañas, no se pudo superar.

Para variar, un pésimo manejo informativo del suceso, aunado a la soberbia en la toma de decisiones, pensando que el tema no era tan grave como para llevarla a la derrota, fue de las cosas que pusieron en bandeja de plata la victoria de Roberto Téllez.

Era impresionante pasar por la cabecera municipal y observar la semi destruida estructura; si a lo anterior se le suma que la alcaldesa nunca pudo conjuntar voluntades, pues la situación era peor.

Luego vino la imposición de candidatos y la gran mayoría no quedó nada conforme con la elección de Joel Huitrón como aspirante por Atlacomulco; incluso, en su evento de arranque de campaña tuvo algunos desplantes que no cayeron bien a muchos priistas, sin contar con la “fabulosa” idea que crear una dirección de amas de casa.

Por su parte, Ana Chimal no llegaba con las mejores cartas credenciales para brincar a la diputación local, pero fueron imposiciones y nadie en su sano juicio iba a contradecir órdenes superiores.

Roberto Téllez es nieto de Benjamín Monroy, expresidente municipal de esa entidad, pero con el apoyo del exgobernador Arturo Montiel es que arranca su carrera, incluso durante su administración tuvo dos posiciones en el Gobierno Estatal, una como director de Desarrollo Rural y otra en Abasto y Comercio.

Luego vino el rompimiento, a pesar de ello, buscó la alcaldía por el tricolor en un par de ocasiones, pero pocos le daban alguna esperanza, por lo que migró al PT para ser candidato. Hace tres años, la votación que obtuvo fue mejor de lo que cualquiera se pudo imaginar.

El mal precedente de Ana Chimal y la imposición de Joel Huitrón, aunado a otras circunstancias como el hecho de estar divididos, así como imponer a una presidenta del PRI de muy bajo perfil en la persona de Malinalli Aramburu, que en lugar de sumar restó, fueron aspectos que abonaron para la derrota o para la victoria del aliancista.

Ahora ya es presidente municipal electo y al parecer se va a convertir en una piedra en el zapato de Ana Chimal, que regresó a su despacho para cobrar las últimas quincenas y afrontar la derrota entregando ella misma el poder a quien fuera su contrincante.

Y es que Téllez Monroy, aparentemente, se encuentra muy al pendiente de la obra que se hace en el municipio, y se supone que hará observaciones, porque no va a ser muy condescendiente con el tema de las finanzas.

Serán tres años para que el alcalde cumpla las expectativas de los que votaron por él, porque muchos ojos estarán pendientes de su papel.

El desgaste normal de una posición, como la de presidente municipal, y el hecho de que los priistas probablemente se unan para recuperar el poder en Atlacomulco provocarán que muchas miradas estén centradas en esta zona.

Por lo pronto a esperar la entrega.