jueves, marzo 28, 2024
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Desde las Alturas

*Arturo Albíter*

Gran diferencia entre los 100 primeros días de EPN y AMLO

Que los mandatarios en turno salgan a los 100 días a dar un avance de lo realizado se debe a que definen un período en el que dan a conocer su estilo de liderazgo, justo en el momento que su poder e influencia están en el nivel más alto, pero ¿de dónde viene esta costumbre?; para muchos escritores, el valor que se le da en México a este período tiene una influencia estadunidense, cuando Franklin D. Roosevelt lo hizo por primera ocasión en 1933.

Si se hace una comparación entre lo que salió a informar el expresidente Enrique Peña Nieto hace seis años y lo que se observó en esta ocasión con el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador tiene profundas diferencias y algunas similitudes en temas estratégicos.

Para empezar, la que quizá es la diferencia más notable tiene que ver con la aprobación, y es que si en su momento Peña Nieto contaba con la confianza de la mayor parte de la población, pero también de los principales actores políticos del momento no se compara con lo que pasa hoy.

Mientras el mexiquense llegó a los cien días con 50% de aprobación, con una pequeña disminución en los poco más de tres meses al frente de la nación, con López Obrador ocurre lo contrario, llegó con 76%, y en este momento tiene 78%, de acuerdo a una de las últimas encuestas que dio a conocer el periódico el Financiero.

En esas primeras semanas parecía que el de Atlacomulco hacía bien las cosas, su primer gran logro fue la firma del ‘Pacto por México’, documento que fue signado por las principales corrientes políticas del momento el PAN y el PRD. De esto derivó la Reforma Constitucional en materia educativa; decía que había llegado para “mover a México”

Por su parte, la actual administración federal se decidió por cumplir promesas que eran un reclamo de la sociedad como bajarse el sueldo y obligar por ley a que nadie puede ganar más que el actual presidente; acabó con la pensión de los que fueron mandatarios de la nación y les quitó al personal que laboraba con ellos.

Pero también duplicó el monto de las pensiones a los adultos mayores, abrió becas para alumnos de educación media superior y otra beca más de capacitación para los llamados “ninis”, jóvenes que ni estudian, ni trabajan.

Uno buscó enaltecer su imagen como político y otro de cercanía con la gente. En esos primeros cien días, Peña Nieto hizo viajes al extranjero a Chile, Costa Rica y Venezuela, López Obrador dice que difícilmente saldrá del país, pero ya recorrió todos los estados del país. El primero no hizo ninguna conferencia de prensa y ahora ya llevan 67.

El anterior titular del ejecutivo pasó por la tragedia de la explosión en las oficinas de Pemex en la capital del país, que provocó la muerte de 37 personas y dejó 101 heridos. El actual enfrentó la explosión de una toma clandestina de combustible en Hidalgo que dejó 135 muertos y 7 heridos.

Finalmente el tema de la inseguridad donde ambos personajes salen mal librados. De diciembre a enero los números en la pasada administración fueron de seis mil homicidios, 940 extorsiones y 194 secuestros. Actualmente en el mismo lapso fueron 7 mil 515 homicidios, mil 202 extorsiones y 231 secuestros.

En aquella época otro mexiquense, César Camacho, que era líder de los priistas en el país aseguraba que lo mejor estaba por venir al país. En este momento, las calificadoras y organismos financieros nacionales e internacionales tienen una perspectiva de crecimiento económico muy desalentador, lo cual es preocupante a pesar de que el presidente asegure lo contrario.

Estilos de gobernar totalmente distintos. En el caso de Enrique Peña ya sabemos cómo terminó la historia, dejó el gobierno federal con la peor aprobación en la historia; seis años le bastaron para que priistas y mexicanos cambiaran de opinión y de verlo cómo el salvador del país y de su partido, a este momento, cuando consejeros nacionales del tricolor mostraron su animadversión y se opusieran a que formara parte del Consejo Político.

Para el actual mandatario falta mucho por recorrer y el bono de confianza de la mayor parte de la población es muy alto.

Sandra Méndez a la CNOP con la sombra de Videgaray

Desde hace algunos días se empezó a manejar el nombre de Sandra Méndez para hacerse cargo de la CNOP, una de las principales organizaciones del PRI y a la que llegará para hacer milagros porque prácticamente esta desarticulada.

Con el nombramiento de Sandra Méndez los priistas se encuentran ante dos caminos, por un lado, la experiencia de quien ha brincado de posición a posición en los últimos años puede ser de utilidad para, al menos, intentar recuperar algo de la estructura.

Por otro lado está el tema de que el poder se lo dejan a los mismos, nada más se la pasan brincando de un lugar a otro y en el caso de la que será nueva dirigente de esta organización con la sombra del que fuera “todopoderoso” Luis Videgaray, sello distintivo de la actual dirigente, Alejandra del Moral.

Y es que no le faltaría razón a los que opinan que todo el juego es para los mismos.

Ocupó cargos en el Frente Juvenil Revolucionario, fue secretaria del Deporte del CDE, luego fue diputada, brincó a la presidencia municipal de Tultitlán, brinco a otra diputación y estaba por brincar a la presidencia municipal de nueva cuenta cuando perdió el año pasado.

 Ahora regresa otra vez, pero como para ser diputada o presidenta tiene que esperar tres años pues mientras tratará de hacer lo que pueda en la CNOP.

¿Así que la experiencia de quien estaba convencida que el PRI estaba muy unido o una figura nueva que ya sepa lo que pasa en la CNOP?

Eso ya no importa, la decisión está tomada.

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