Edil de Tianguistenco corre a tres más y tiene encima a la Contraloría
*José Ángel Gutiérrez*
Los golpes bajos continúan imparables en Santiago Tianguistenco, el municipio gobernado por Alfredo Baltazar Villaseñor, quien tiene férreas inspecciones de la Contraloría del Poder Legislativo, porque ahora despidió sin motivo a dos directores y al secretario del Ayuntamiento.
La salida de los funcionarios responde a decisiones unilaterales y personales del alcalde, ya que zanjó sendas remociones del secretario y de los titulares de administración y jurídico-consultivo, sin el voto ni la aprobación en acta de los integrantes del cabildo.
Hoy día Baltazar Villaseñor tiene varias denuncias, tanto en la Contraloría como en el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), con acusaciones de nepotismo, así como por no respetar acuerdos de cabildo y despedir personal sin justificación.
El caso más reciente se registró este mismo fin de semana, cuando personal de la Contraloría realizó inspecciones de verificación en las tres áreas, con el fin de corroborar la usurpación de funciones por parte de quienes figuraban como encargados de despacho.
José Luis Castillo de la Cruz, aún secretario mientras regidores y síndico municipal no decidan lo contrario, es parte de los afectados que interpusieron su denuncia ante aquellas instancias, debido a que los despachantes utilizaron documentación y sellos a cargo de los titulares.
Édgar Daniel Romero Herrera, director jurídico, y Javier Arellano Rodríguez, de administración, son los otros dos funcionarios que emitieron su querella.
Mientras se realizaba la diligencia, Genaro García Hernández y Mario Hernández Cerecero, los cuales se ostentaron como respectivos secretario y jurídico interinos, huyeron de palacio municipal a toda velocidad para evitar que el organismo los sorprendiera en flagrancia.
Yurith Castro Rojas, síndico municipal, acompañó al personal comisionado en la diligencia administrativa, cuya presencia ahuyentó a los ocupantes de las oficinas, sobre todo porque fueron alertados por alguna persona fiel y cercana al presidente municipal.
Los afectados esperan solución, al estimar que sus nombramientos derivaron de acuerdos en sesión de cabildo; por ello, su posible despido debe proceder por la misma vía, no de caprichos y revanchas del edil, quien se oculta cuando llega la Contraloría del Poder Legislativo.
