Entre modismos y refranes
*Redacción Diario Evolución*

Está bien mamar de la vaca, pero no colgarse de ella
Como si no debiera explicaciones a los mexiquenses por sus desdichados resultados desde el ejecutivo estatal, Alfredo del Mazo apareció este jueves para acompañar al alcalde de Metepec, Fernando Flores, durante la presentación del programa Médico en tu Casa.
Está bien mamar de la vaca, pero no colgarse de ella, y al priista sin vergüenza le queda muy bien este dicho, porque cuando a él le toca informar y dar la cara ante la impunidad que hunde a los mexiquenses no lo hace, pero sí para celebrar logros ajenos.
Lo que no fue en tu año, no te hace daño
El presidente Andrés Manuel López para explicar su plan de “pobreza franciscana” que prevé reducir el salario a funcionarios que ganan más que él, exhibió y comparó las pensiones de expresidentes de México con expresidentes del mundo, para que con todo el afán “se hiciera conciencia de que la austeridad debe ser un deber y no una orden”.
Pese a que exhibe los millones de pesos que recibieron estos funcionarios, la medida ya no es válida en el país desde hace cuatro años, por lo que usuarios en redes sociales reclamaron a AMLO que lo que no fue en su año no le hace daño, y en lugar de revelar cosas del pasado, piden se centre en los problemas de su sexenio, como la inseguridad, la inflación, los feminicidios, homicidios, la construcción del Tren Maya, periodistas asesinados, la inversión en el extranjero y muchos más.
Ni más, sin menos
¿Te acuerdas cuando se armaba la cascarita en el barrio o en la calle de la colonia?
Esa en la que no importaban las reglas ni cuántos jugadores eran, total, si solo había un balón, pues ultimadamente que todos jugaran, aunque definitivamente solo tres o cuatro tenían talento, pero eso sí, la balanza siempre inclinada con el dueño del balón; él elegía a la persona más fregona para el pambol, y se inventaba nuevas reglas a su conveniencia aunque todos estuvieran en contra, pero había que hacerle caso o de plano se llevaba el balón y se acababa el juego; bueno, pues ni más ni menos, así el fútbol en Morena donde todos quieren jugar y solo hay un lugar en la candidatura, pero hay que hacerle caso al dueño del partido, perdón, al líder del partido y acatar sus reglas y decisiones, o de plano se acaba la fiesta.
De entre sus reglas, que tal está de que ya solo me quedan cuatro, una secretaria, un senador, uno de aduanas y… bueno, un tapadito por si acaso, ya saben, el arroz en los frijoles (yo sé que si entendieron); todo parece cantado para que formen fila detrás de la maestra de la escuela, ni más, ni menos, solo habrá que ver que los alumnos no hagan huelgas.
En otro partido, por cierto, no saben siquiera cómo serán sus uniformes, si jugarán juntos, revueltos, o separados, parece un desierto en la toma de decisiones para combatir a las guindas, todo sigue en un tibio estira y afloja entre los líderes del amarillo, rojo, verde, azul, pero eso sí, que atole le están dando a sus simpatías.