martes, abril 23, 2024
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Federación debe adelantar Fase 3, habrá consecuencias económicas irreversibles

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*Luis Ayala Ramos*

Foto: Ilustrativa.

Luego del anuncio del Gobierno Federal de extender la contingencia sanitaria por COVID-19, un mes más, la Unión Industrial del Estado de México (UNIDEM) señaló que las empresas no esenciales que no pueden laborar siguen en la indefensión, obligadas a pagar sueldos e impuestos, por lo que la Federación debería decretar ya la Fase 3, y analizar una paulatina apertura de negocios en unos 30 a 45 días, pues habrá consecuencias económicas irreversibles.

El director general de la agrupación, Francisco Cuevas Dobarganes precisó que, aunque ya era una medida esperada, por el número de contagios que sigue en aumento, el mantener la Sana Distancia, es una medida no prevista en la Ley Federal del Trabajo pero que establece restricciones que impiden laborar a empresas no esenciales.

Sin embargo, este sector sí está obligado a pagar impuestos federales, arrendamientos, servicios, mantenimiento, vigilancia y los sueldos de manera íntegra con las prestaciones sociales correspondientes.

“Esta situación deja en total indefensión a las empresas no esenciales y sobre todo a las que pagan rentas y no han podido llegar a acuerdos con sus arrendadores. Para este tipo de negocios, ya de por sí resultaba insostenible tener un mes como el que vivimos, sin ningún tipo de ingreso y con casi todos los gastos corrientes.”, lamentó el líder empresarial.

Ante este panorama, los empresarios dueños de algunas MIPYMES, ya se están llevando sus pertenencias y dejando los locales, muchos sin finiquitar a trabajadores por falta de ingresos y además obligados a pagar impuestos, pero con ello, los empleados pierden su antigüedad, aguinaldo, seguridad social, reparto de utilidades y sobre todo su ingreso.

“Seguimos pensando que el gobierno debe de recapacitar y emitir un acuerdo de apoyo fiscal, sobre todo a las empresas no esenciales, ya que cuando se da una quiebra de empresa, el trabajador “lleva mano” para cobrar, pero ya que el gobierno federal cobra los impuestos sin poder posponerlos, obliga al empresario a pagar lo que puede y dejar al trabajador con las manos vacías.”, sentenciaron.

“Consideramos que por el nivel de emergencia que vivimos, sería conveniente decretar de una vez la Fase 3, parar todo el movimiento de personas, parar los contagios en la calle y permitir que las empresas puedan reabrir en unos 30 a 45 días”, advirtió Cuevas Dobarganes.

El director de UNIDEM sostuvo que, si continúan los procesos de cierres a medias, persistirán los contagios y habrá afectaciones irreversibles para la economía y empleo. Aunque es entendible la preocupación del gobierno federal por proteger a los trabajadores, si no se llega a un justo medio con los empresarios, al final se perderán los empleos y el gobierno no tendrá capacidad financiera y administrativa para poder reponer las fuentes laborales que se pierdan en la iniciativa privada.

A lo largo de este mes en que comenzó la sana distancia y las restricciones para laborar, las empresas no esenciales han sufrido un proceso de descapitalización importante.

El sector más afectado, ha sido el de bares, restaurantes, cines, centros de espectáculos y cafeterías, pues al no poder manejar la sana distancia se vieron obligadas a cerrar desde hace un mes; en el caso de restaurantes, las ventas a domicilio representan menos del 10 por ciento de la venta normal y ello las condena a operar con pérdidas.

“Si el gobierno no recapacita, al rededor del 80 por ciento de las empresas no esenciales que son MyPiMes van a cerrar en este año o a principios del próximo 2021.”, advirtió Cuevas.

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