Fiesta por la bebida de los Dioses
*Melchor García*
El pulque sabe a tradición, a las fiestas de los abuelos, a familia, el pulque no conoce de posiciones socioeconómicas, une a la gente y, sobre todo, es una bebida de los dioses, es por ello que este fin de semana se lleva a cabo la tercera edición del Festival del Pulque en la Plaza El Corral, en donde pretenden reivindicarlo, darlo a conocer a quienes no lo han saboreado y permitirles a los bebedores habituales una experiencia artesanal.
Álvaro, un joven emprendedor, asegura que ha encontrado la manera de preparar este brebaje de manera que sus propiedades y sabor son exponenciales y el olor fétido que ha caracterizado al pulque de baja calidad queda eliminado.
El pulque fue considerado por siglos una bebida de los dioses, tanto por su sabor, la dedicación que se necesita para elaborarlo y su versatilidad. Desafortunadamente, hoy pocas personas son las que lo consumen, lo que ha hecho que quede más como una tradición en los pueblos que como una actividad comercial.
“Tenemos tres tipos: dulce, fuerte y campechanos. Todos están almacenados en barriles de madera para que así se vayan conservando, y la madera lleva un proceso de tres meses de cura previa, no tiene ningún tipo de olor fétido”, comentó mientras oxigenaba un poco de la bebida que estaba a punto de degustar sus clientes.
Normalmente, el litro de pulque en El Corral tiene un valor de 100 pesos, que, si bien algunos consideran excesivo, con el primer sorbo se convencen de pagar hasta dos o tres, puesto que -aseguran- el sabor es inmejorable; sin embargo, para que los visitantes se animen a probarlo y borrar todos los tabúes que tienen en la mente.
“Es exquisito, una delicia, sabe a mi casa, a otros tiempos, a buenos amigos y a recuerdos agradables, hay que incentivar que esta bebida no se pierda, que se rescate su enorme tradición”, reconocieron los clientes.
Actualmente en El Corral se ofrecen más de 60 sabores, aunque no todos al mismo tiempo, pues tratan de que los curados sean de las frutas de la temporada para hacerlos más llamativos a cualquier público, pero uva, mamey y manzana son los favoritos.
Para que el pulque llegue a la boca del comensal, pasan mínimo 18 años y como no se podía almacenar, entró en desventaja con la cerveza hace un siglo, por lo que poco a poco quedó relegado.
Si lo que quieres es consumir este néctar de los dioses extraído del agave, date una vuelta por El Corral, ubicado en Comonfort casi esquina con Paseo San Isidro, este fin de semana a partir de las 11:00 de la mañana y disfruta con tus amigos y familiares la experiencia de beber tradiciones.
