jueves, marzo 28, 2024
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Millonaria estafa del Ayuntamiento de Xona tras engatusar con C2 a un instala-cámaras

José Ángel Gutiérrez López. 

El hombre invirtió 14 mil 800 en cámaras para la presidencia, donde un intermediario (Marco Torres) prometió contrato por millón 300 mil para el C2, pero ahora nadie cubre su pago y en cambio recibe amenazas.

Bajo falsa promesa de signar un posterior contrato por un millón 300 mil pesos para el C2 de vigilancia, un instalador de videosistemas montó cámaras en el Ayuntamiento de Xonacatlán, donde desapareció su intermediario deudor y hoy recibe amenazas por difundir esta información.

A través de redes sociales, Marco Antonio “Instalador” relató que un intermediario identificado como “Marco Antonio Torres, amigo de la contadora Marlén” lo contactó para realizar el proyecto del C2 de videovigilancia para Xonacatlán.

“Pero antes tuve que instalar cámaras en el Palacio Municipal, las cuales compré con mi dinero. Cuando intenté contactar al intermediario ya no me contestó, y el municipio se niega a pagarme; argumenta que como no hizo trato conmigo no me puede pagar”, lamentó.

En su denuncia social, el instalador pide orientación a usuarios de una red vecinal sobre cómo actuar en este caso, ya que Xonacatlán está a más de dos horas del estado de Hidalgo –donde fue contactado–, y él sólo pide recuperar lo hasta ahora invertido, un monto de 14 mil 800 pesos.

El hombre, quien publica capturas de pantalla de diálogos de WhatsApp con Marco Antonio Torres, así como fotografías de cámaras instaladas, detalló que montó siete cámaras de video cuyo contrato fue entregado al intermediario.

“Se instalaron un DVR de ocho canales Hikvision, siete cámaras bala de dos megapixeles, un disco duro de un terabyte marca Toshiba y cableado marca Osmosys, todo de mi dinero, con esperanza del supuesto contrato del C2”.

En respuestas a los usuarios sobre si tiene contrato por servicio o facturas de las cámaras, “Instalador” percibe que no puede proceder legalmente, por ello aguarda se haga consciencia en el Ayuntamiento para pagar por su propia voluntad.

“Yo actué con confianza, ya que todo se habló seriamente. (En) aquella ocasión me confié, porque ‘según me darían el contrato del C2’ por el intermediario, por una cantidad de un millón 300 mil pesos”.

“Cuando regresé, el intermediario no me contestó las llamadas, y cuando marqué al municipio para cobrar primero me dijeron: ‘sí, tráenos tus papeles y hacemos contrato’, pero después ‘que siempre ya no’ porque el intermediario (un contador de Zumpango) dijo que no me pagaran nada”.

Una usuaria le sugiere demandar por el hecho de recibir supuestas amenazas, a lo que el instalador responde que eso sólo procede en Hidalgo.

“Yo sólo quiero que me paguen, ya no me interesa su proyecto del C2. No pretendo dar datos personales, porque ya recibí amenazas, pero aun así no me voy a callar; todavía de que me roban, me amenazan”, remató.

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