“Muy contenta, yo quiero seguir sirviendo”, abuelitos reciben su vacuna

*Melchor García*

“Me dio gusto que me hayan vacunado, estoy muy contenta, no porque me dieron mi vacuna, ya no me tengo que cuidar, yo agradezco.”, Esther Bartolo, abuelita de 73 años.

Este lunes comenzó en México la primera fase de la vacunación de las personas de la tercera en dad que deseen inmunizarse en contra el COVID-19, uno de esos puntos en la entidad mexiquense fue la comunidad de San Pedro Arriba en Temoaya en donde decenas de abuelitos le dieron el sí a la vacuna. 

En la explanada principal ubicada a un costado de la parroquia desde minutos antes de las 8 de la mañana se vivía un escenario de efervescencia y alegría de la comunidad; una de esas historias fue la de Esther Bartolo de 73 años quien recibió una de las vacunas de AstraZeneca y Oxford contra el COVID-19.

“Desde la semana pasada nos decían que iba a ver vacunas y yo siempre decía pues ojalá que llegue por eso cuando me enteré de que iba a llegar, pue si me dio gusto.”, dijo.  

Guardando las medidas sanitarias, portando de forma correcta su cubrebocas algunos compartiendo solo su gel antibacterial para mantener limpias las manos, los abuelitos se mostraban ansiosos por ser vacunados anhelando que esto pueda ser el primer paso para recuperar nuestra vida.

Entrevistados aseguran que han guardado el confinamiento, y que mucho de los motivos para aceptar ser vacunados, dicen, es poder salir de nueva cuenta ver a sus hijos, nietos y familia como quisieran.    

“Me ha tocado despedir a amigos con los que había vivido una vida, yo al menos no me quiero morir, en una ocasión vino la de gobernación y nos dijo que no íbamos a poder vender, porque yo soy comerciante, y yo la verdad hice caso no me salí los días en los que nos dijeron, hasta nuevo aviso.”, Esther Bartolo.

La mayoría de los asistentes aseguró, que no fue del grupo que rechazó la existencia del virus, al contrario:

“Yo la verdad siempre creí porque en la biblia viene, vienen pasando muchas cosas que están pasando, en la biblia está escrito, entonces no dude yo, yo me acuerdo cuando hubo la epidemia de los piojos, entonces como dice el dicho no sabíamos.”.  

Otro de los motivos que alienta a los abuelitos a recibir la vacuna es poder regresar a sus actividades laborales y de comercio pues un gran sector de la población vacunada depende al 100 por ciento del trabajo y recursos que reciban en el día a día. 

“Yo me pongo mi doble cubrebocas, vendó mis servilletas y gracias a Dios hasta ahorita no nos hemos enfermado, en serio nos hemos cuidado como se debe, mis hijos me dicen cuídate, yo más que nada le agradezco a Dios que estamos bien, y le agradezco a Dios que se haya preocupado por las vacunas.”.  

Para poder recibir su dosis se colocó una primera línea para aquellos que pudieron concretar su registro en la plataforma que habilitó el gobierno federal, en una segunda fila aquellos que no pudieron hacer su trámite pero que acudieron con todos sus documentos que acreditaron su edad, es decir mayores de 60 años, así como su lugar de residencia.