viernes, marzo 29, 2024
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¿NAICM o Santa Lucía?: Mexicanos al grito de la democracia

*Luis Durán*

Desde los 90’s el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez” presentaba un saturación y alta demanda en vuelos, pasajeros y cargas, por lo que, en el gobierno encabezado por el expresidente Vicente Fox, se pretendía la construcción de un nuevo aeropuerto que saciara las necesidades de los viajantes; por ello, el 2 de septiembre de 2014, Enrique Peña Nieto anunció la creación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

El NAICM, cuyo presupuesto preliminar rondaba en los 195 mil millones de pesos, fue asignado a realizarse en el municipio de Texcoco, y el cual contaría con un plan financiero integral, con una estructura mixta de recursos, tanto privados como públicos, que permitiría mantener el aeropuerto como patrimonio del Gobierno Federal, minimizar el impacto de las finanzas públicas y utilizar un esquema autofinanciable, de acuerdo con información de la página oficial del gobierno mexicano.

Sin embargo, Federico Patiño, director general del Grupo Aeroportuario de la CDMX (GACM), informó que, debido al incremento de los costos de los materiales y el cambio de moneda, la obra tendría un valor estimado de 247 mil millones de pesos (13 mil millones de dólares); además, de que, al primer trimestre del presente año, ya se había invertido 140 millones de pesos, repartido entre 292 empresas, a través de 321 contratos, y que para el mes de noviembre la cifra llegaría a los 190 millones de pesos.

No obstante, según datos del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), entre 2015 y 2018 se asignaron 39 mil millones de pesos de recursos públicos para la construcción de este, los cuales fueron aprobados por el Congreso, pero no se indicaba, en su página web, qué rubros habrían cubierto dicho dinero, como lo alertó la Auditoría Superior de la Federación (ASF), quien dijo que los recursos ejercidos por el GACM reportados en la Cuenta Pública no se presentaban de manera segregada y sin que se identificaran los montos de fuente privada y fiscal.

Ante el cambio del próximo gobierno, bajo la tutela de Andrés Manuel López Obrador, y que durante su campaña aseveró que se podría cancelar la construcción de la obra, debido a sus altos costos y principalmente por el problema que se vive con los ejidatarios de la zona, ya que se les pretende pagar un precio muy bajo por sus tierras, Javier Jiménez Espiriú, nuevo titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, reveló que el costo actualizado del NAICM se estimaría en los 285 mil millones de pesos, más del 40% de lo presupuestado preliminarmente.

Jiménez Espiriú notificó que también se tiene que contemplar la inversión de 30 mil millones de pesos en infraestructura social, problemas urbanos y ecológicos -una de las características primarias que hacen que los locatarios de Texcoco se nieguen a la realización del mismo-; además de otros 35 mil millones en vialidad, para poder acceder al NAICM desde la CDMX, partes del EdoMéx y zonas conurbadas.

Por ello, una de las propuestas de AMLO fue la reconstrucción de la Base Militar No. 1 de Santa Lucía, al norte de la entidad mexiquense, que tendría un costo 66 mil millones de pesos, una cuarta parte del presupuesto del nuevo aeropuerto en Texcoco; dicha obra tendría 33 posiciones para aviones y un estacionamiento para más de 3 mil 840 vehículos, pero se le agregaría un costo de 16 mil 665 millones de pesos por infraestructura vial y 10 mil 821 mdp en suministros básicos, dejando un costo total de alrededor de 94 mil 364 millones de pesos.

Aunque algunos pilotos mencionaron que la situación climática en la base aérea de Santa Lucía no hace recomendable la construcción de la misma, ya que suelen presentarse cúmulos nimbos (nubes peligrosas para la aviación); mientras que los pobladores de Texcoco se oponen rotundamente al nuevo aeropuerto, demandando el severo daño ecológico que se provocará en la región, aunando el pago ridículo de sus terrenos por parte del gobierno actual.

-Recordando que este tipo de situaciones se vienen haciendo años atrás, como lo ocurrido en 2002 en San Salvador Atenco, cuando se buscaba la construcción de una terminal en la zona. ¿Y quién era el gobernador del Estado de México en esos entonces? Sí, Enrique Peña Nieto-

Ante tal disyuntiva, el nuevo gobierno de López Obrador llevará a cabo la consulta nacional sobre si continuar con la construcción del NAICM o hacer uno nuevo en Santa Lucía, a realizarse la última semana de octubre. Independientemente de estar a favor o en contra de la votación -irónicamente el mexicano, que dice vivir en democracia, es al único que le molesta los actos democráticos- se debe tomar en cuenta todos los aspectos que inmiscuyen la realización de ambas obras, así como ponerse en lugar de los afectos, porque los habrá, y de los beneficiados.

NAICM, cuyo valor superaría los 350 mil millones de pesos, pero siendo uno de los aeropuertos más grande del mundo y con el 30% de la obra hecha, o Santa Lucía, de menor costo (casi 95 mmdp), pero con condiciones climáticas adversas y poco rentables, la “decisión” es nuestra; por lo que nos quedaría informarnos y hacer valer nuestra opinión ante este dilema nacional.

Aunque lo que se debería rescatar de esta problemática es que este tipo de consultas ciudadanas se tendría que exigir con más frecuencia y en cada toma de decisiones de nuestro gobierno, para así cumplir con nuestro decreto democrático como sociedad, haciéndonos responsables de los actos y acciones de la administración que nos representa, ya que somos nosotros los que elegimos a los que median con los acontecimientos del país.

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