Pandemia dejó Triste Sazón en restaurantes del EdoMéx
*Melchor García*
Empresarios del sector restaurantero miran un escenario gris, tras el nuevo paro de actividades por el incremento de casos de COVID-19, pese a ello, cada uno desde su trinchera lucha por mantener sus negocios, las inversiones de una vida o el legado de una familia.
Héctor Ang, dueño de la Fonda Don Carlos, comparte que, en los 50 años de vida del espacio tradicional ubicado en la capital mexiquense, nunca habían visto, ni en la peor de las crisis o pesadilla, algo como lo que hemos vivido este año con desplome en sus ventas, cierre de negocios y escases de comensales.
“Un promedio a veces de la panita en sábado, domingo entre semana hacía unos 40 kilos ya llegándole entre sábado y domingo a unos 10 kilos, ahorita estamos haciendo unos 10 o 15 kilos de pancita que es el guisado que más se vende en esta temporada de diciembre por lo picoso y la gente que amanece malita de la cruda.”, dijo.
Refiere que aun cuando el ánimo y las ganas de luchar siempre se han mantenido a tope, el nuevo paro, así como la imagen creciente de negocios que bajan su cortina definitivamente los golpes son en lo anímico y en lo moral.
“Me entristece mucho que muchos compañeros hayan cerrado, para ellos aparte la renta, es lo que más importa, es muy difícil que vuelvan abrir hasta que no terminen estas fechas.”.
Un 2020 en el que no solo no se ha tirado la toalla, sino que se han buscado estrategias y medidas para llegar a la gente. Hoy una vez más sostenidos del servicio para llevar y a domicilio que reconoce no supera la experiencia de la atención en una mesa y del guisado saliendo de la cazuela
“Yo puse una pequeña vaya para llamar la atención y a parte para que los clientes vean que hay un carril para que pidan sin que se bajen del auto, con todas las medidas de sanidad no se tienen que bajar, sanitizamos las bolsas de cada cliente para que vayan todo confiado y los clientes vean que se están siguiendo las normas.”, dijo.
En su caso para no afectar a los meseros y todo el personal de cocina, que son como una familia, van rolando los días de trabajo para no afectar a nadie, todo como lo hubiera querido su padre, y fundador del lugar Carlos Ang Mondragón de no cerrar sus puertas porque siembre habrá alguien que busque un plato bien servido y rico para comer.
“Seguir luchando, seguir luchando para mantenernos en pie con todos nosotros con los mismos trabajadores para que estemos bien.”. finalizó.
