jueves, marzo 28, 2024
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Sobrevivientes del cáncer de mama

*Melchor García*

Foto: Melchor García.

La sonrisa de doña Eva, de 67 años, originaria de Amatepec la hace pasar desapercibida en el Centro Oncológico del ISSEMyM en Toluca, pareciera que ella no vive y lucha contra la enfermedad; sin embargo, detrás de sus ojos cristalizados de lágrimas esconde casi 12 años combatiendo dicha enfermedad.

Recuerda como en el lejano 2006 se sentía fuerte y saludable, pero una molestia en su seno le reveló la funesta noticia. Lamenta la falta de información, el machismo y los usos de costumbres de las comunidades rurales que fueron los factores que la pusieron en una situación de vulnerabilidad. Vencer el miedo, reconoce, es el primer paso.

“Para las chicas hay mucha información, más vale, dirían las señoras. Yo soy de pueblo y ahí todavía hay machismo, que los maridos no dejan ir a las esposas a que se revisen y ahí les diría que aprovechen, que se chequen, que se revisen y que tengan el valor de venir a los hospitales porque a veces por pena o por miedo no va uno.”, comentó.

Señala que no hay forma de prepararse para pasar por radiaciones, quimioterapias y, en su caso, culminar con una mastectomía, que es la extirpación de su glándula mamaria; proceso del que indica no hubiera podido superar sin el apoyo de sus seres queridos, afirma es la familia quien levanta a los pacientes.

“Que se revisen, que se toquen para que no les toque, porque es un peregrinar muy triste, deben tener mucha fortaleza.”, agregó.

Lamenta como detrás de la enfermedad se escriben mitos urbanos que afectan a las pacientes, como que el uso del brasier es un detonante para la enfermedad, lo que genera en sentimiento de culpa, tema en el que hace énfasis y asegura que la clave para no dejarse derrotar es aprender con las cicatrices de la enfermedad, al recordar que nunca se vence del todo al cáncer de mama, “Son las cicatrices ganadas, es una batalla ganada.”, festeja.

Todas las mujeres están en riesgo de padecer el cáncer de mama, a mayor edad se incrementa. Actualmente se tiene un caso de una mujer de 20 años por dos mil pacientes y uno de 70 años por cada 200.

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