jueves, marzo 28, 2024
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¿Son malos los recortes presupuestales?: Pregúntele a la Conade

*Luis Durán*

Mucho se ha hablado sobre los recortes presupuestales que efectuará en 2019 la administración del nuevo presidente de la nación, Andrés Manuel López Obrador, con los cuales se prevé seguir un principio de austeridad y reorientar el gasto a programas de alto impacto; sin embargo, dicha decisión dejó inconformes a millones de mexicanos, quienes han manifestado su descontento y cuestionado el comienzo del nuevo Gobierno Federal.

López Obrador externó dicha rubrica para evitar actos de corrupción en las dependencias y organismos, pero esto le valió diversos cuestionamientos sobre lo dicho en campaña y lo efectuado en su primer mes de mandato; como ejemplo está la disminución del presupuesto para las universidades, que posteriormente tuvo que ser corregido y se tomará dinero de otros lados para cubrir la reducción monetaria.

Pero ¿qué pasaría si los recortes presupuestales no están del todo mal? Para ello pongamos el ejemplo de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), que tuvo una reducción del 24% a sus recursos del próximo año, lo que representa cerca de 500 millones de pesos menos, ya que sólo recibirá mil 519 mdp, ahora bajo la tutela de la excorredora Ana Gabriela Guevara.

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se puso al frente de la Conade a Alfredo Castillo Cervantes -íntimo del oriundo de Atlacomulco, cuentan las leyendas urbanas- y se asignó el presupuesto más alto de la historia, que fue de 7 mil 179 millones de pesos, en 2013, de acuerdo con datos del portal MedioTiempo.

Castillo Cervantes, que fue duramente criticado por ser un personaje alejado del deporte, ya que se había desempeñado como comisionado de seguridad y desarrollo integral en el estado de Michoacán, tuvo un trienio al frente de la Conade lleno de escándalos, acusaciones y paupérrimos resultados a nivel deportivo -que era lo importante-.

Uno de los casos más significativos -y penosos para el deporte mexicano- ocurrió en la justa olímpica de Río de Janeiro 2016, donde no se lograron medallas de oro y México se ubicó en el lugar 61, con apenas 3 preseas de plata y 2 de bronce; no obstante, la primera problemática se dio cuando la Conade fue señalada por María Luisa de Chávez, diseñadora nacional, quien acusó a la dependencia por haber rechazado los trajes con los que saldrían los atletas en la inauguración de los juegos.

La delegación mexicana hizo su presentación mundial con prendas de la afamada marca de ropa Hugo Boss, valuados en 4 millones de pesos -porque hay que verse como ganador-, en contraste con los 375 mil que solicitaba la diseñadora, pero el abismo apenas comenzaba; asimismo, Alfredo Castillo fue captado el mismo día con su novia, Jacqueline Tostado, quien tenía la misma ropa que los deportistas y presentaba acreditación oficial.

Fue en la misma justa cuando Bredni Roque y Elías Emigdi, pesista y boxeador, respectivamente, tuvieron que salir a participar con uniformes parchados, por una pelea que se vivió con los patrocinios entre la Conade y la Comisión Olímpica Mexicana (COM), donde ambas terminaron por lavarse las manos; además, Misael Rodríguez, ganador de una medalla en boxeo, reveló la odisea que tuvo que pasar para poder competir, ya que no se le brindó ningún apoyo, al grado de salir a botear. -y cuando ganó todos se colgaron de su logro-

Paola Pliego y Aída Román fueron otros referentes que demandaron a la Conade por falta de apoyo a los atletas, pero la participación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Barranquila 2018, le salvaron la chamba a Castillo Cervante. Pese a todo resultado deportivo, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró anomalías en los recursos de dicha comisión deportiva en 2016.

La ASF identificó 213 millones 921 mil 900 pesos en cuentas bancarias distintas a las notificadas por la dependencia, mezclando recursos federales con otros fondos y que mantuvieron ociosos 266 millones 771 mil 100 pesos, comprobando tardíamente 565 mdp; durante la auditoría no se comprobaron 113 millones 895 mil pesos por concepto de construcción y modernización de instalaciones deportivas, de acuerdo con información de Proceso. -¿En serio? Desvío de recursos en el sexenio de Peña, quién lo hubiera pensado-

De igual forma, la ASF reveló que 11 perfiles no cumplieron con alguna característica para ejercer el puesto que ocupaban dentro de la Conade, ya que no contaban con la escolaridad, conocimientos debidos, experiencia laboral o capacidades técnicas, como lo había denunciado la COM en 2016, donde pusieron en riego la participación y salud de los deportistas mexicanos.

El que una dependencia u organismo cuenten con un presupuesto adecuado o mayor a los anteriores no garantiza que ésta dé buenos resultados, tampoco que los recursos se apliquen como se debe y mucho menos acabará con los problemas que atraviesa cada una de ellas, en este caso el deporte.

Todo parecería que la novedad es pedir dinero, dinero y más dinero al Gobierno Federal, como si éste fuera la clave del éxito para un adecuado funcionamiento gubernamental, olvidando todas las estructuras, procesos y lineamentos que se tienen que hacer cumplir para que se obtengan buenos resultados como gobierno, país y sociedad.

Quizá recortar los presupuestos no sea del todo mala idea, sabiendo que entre más dinero tienen estos entes menos lo aplican a lo que debería de ser, llámese deporte, educación, salud o cultura; recordando que el talón de Aquiles de muchos burócratas mexicanos sigue siendo lo económico, en donde a la primera oportunidad que tienen, por muy justos y honestos que sean, terminan mostrando su feroz hambre por el enriquecimiento ilícito.

Esperemos que para este 2019 la pésima cultura del mexicano en lo económico, donde sale a relucir el estúpido refrán “el que no tranza no avanza”, cambie para bien y en beneficio de todos.

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