jueves, abril 18, 2024
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UAEMéx: La universidad del “aquí no pasa nada”

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*Luis Durán*

La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) se ha caracterizado por ser una de las mejores universidades del país y también de Latinoamérica, contando con alto prestigio académico e institucional, pero todo esto se opaca cuando se habla de temas políticos y escándalos de corrupción en la que se ha visto envuelta; además de contar con una de las comunidades estudiantiles más apáticas y convenencieras de la entidad.

La máxima casa de estudios mexiquense siempre ha estado bajo los señalamientos en cuanto si está o no asociada con algún partido político -en especial uno que usa los mismos colores de la bandera nacional-, atravesando por una situación crítica en el cambio de su reforma universitaria. Ya que el actual rector, Alfredo Barrera Baca, pretendía que ésta pasara a toda costa antes del cambio de administración en el gobierno del EdoMéx; incluso, en un acto inconstitucional, entregándose al propio gobernador, Alfredo Del Mazo, para que éste la metiera cuanto antes y fuera ratificada, algo que, por fortuna y tiempos, no ocurrió.

Independientemente de los cambios que pueda representar la reforma de la UAEMéx, el punto que sobresale es la ratificación de algunos cargos administrativos -entre ellos el rector-, que no es otra cosa que una reelección disfrazada; además de haberla pasado por un proceso “democrático” por medio del Consejo Universitario, pero que, extrañamente, había sectores de la propia universidad que desconocían los planes de dicha iniciativa. Incluso se rechazó la contrapropuesta que un grupo opositor realizó.

Sin embargo, el tema turbio de la reforma es minúsculo en comparación con la demanda que enfrenta la universidad por parte de la organización civil Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, donde se vincula a la autónoma mexiquense con la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) por desviar apenas la pequeña cantidad de un billón 268 millones 392 mil 076 pesos -poquito, diría Javier Duarte-.

Así es, la UAEMéx, que en tanto alude a la “Patria, Ciencia y Trabajo”, no se tentó el corazón al ser cómplice con la administración estatal, federal y algunas empresas para desaparecer el presupuesto de diversos programas sociales, los cuales nunca se entregaron, y que estaban encaminados a ayudar al campo, adultos mayores y gente de escasos recursos.

Cabe destacar que dicho escándalo de corrupción ya había salido a luz, siendo denominado como “La estafa maestra”, derivado de las auditorias que realizaron dos organizaciones periodísticas en las cuentas públicas realizadas entre 2013 y 2014, pero que hasta hace unos días se presentó una denuncia formal ante el Ministerio Público de la CDMX, en búsqueda de quienes resulten culpables de ello.

Pero, a quién engañamos, los primeros en ser llamados a comparecer deberían ser Rosario Robles Berlanga, titular de la SEDESOL en esas fechas, y Eduardo Gasca Pliego, rector de la UAEMéx de 2009-2013; no obstante, estas dos fichitas continúan en cargos burocráticos y quizá siguen haciendo de las suyas, Robles Berlanga como titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano y Gasca Pliego como delegado federal de la SAGARPA -qué son pesos más, pesos menos, dirían los inmiscuidos en el caso Odebrecht en México-.

Y bajo el mismo eje, hace un par de semanas alrededor 500 universitarios se manifestaron por el homicidio de Deni Aurora, estudiante de la Facultad de Humanidades que fuera encontrada sin vida en un barranco del municipio de Ocoyoacac, exigiendo a las autoridades mexiquense más seguridad para los alumnos; aunando a la situación que a traviesa la UNAM con respecto a los grupos porriles.

Sin embargo, lo que pareció un acto de “solidaridad”, “exigencia”, “hartazgo”, “despertar auriverde”, o cualquier titular que se le quiso dar, todo se vio envuelto de una acción de pantomima; ya que, irónicamente, uno de los encargados de dar el mensaje en las inmediaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) fue un seudo estudiante (porro) con más de 8 años en la universidad -estaba cuando yo entré a la UAEMéx y a dos años de haber salido él sigue ahí, no digan, ¿en serio potrohermanos?-.

Los estudiantes pidieron mayor atención a la inseguridad que se vive en la entidad, pero por qué sólo lo hicieron después del caso de Deni, cuando se han reportaron casos similares de estudiantes asesinados en robos al transporte público y feminicidios todo el año, o por la reforma institucional, o por lo de la “estafa maestra”; en realidad todo se trataba de no tener clases ese día, salir a dar una vuelta, caminar, gritar porras en formas de rima y ya -¿en verdad eso fue todo?-.

La UAEMéx y sus universitarios atraviesan por una época donde su credibilidad se tambalea, donde se piensa que la vida escolar será eterna y alejada de la realidad, pretendiendo preocuparse más por aparentar ser un estudiante que por el conocimiento real que se pueda adquirir; recordemos que la tarea de cualquier universidad, en el mundo, es contribuir con la capacitación de los jóvenes para que después éstos contribuyan en la sociedad, por algo el estado apoya este sistema.

Se exige un cambio, más seguridad, mejores tratos, y si mejor exigen mayor transparencia, mejores planes académicos, docentes capacitados en diversas asignaturas, un entorno multidisciplinario, entre muchas otras cosas; también se vale manifestarse por desaparecer un billón de pesos y quitárselo a la gente que necesita, al fin todo se reduce al lema de la Faculta de Humanidad, “Humanismo que Transforma”, y tú eres el humano.

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