Xonacatlán construye tanques sépticos para evitar estragos al medio ambiente
José Ángel Gutiérrez López.

En el municipio de Xonacatlán inició la construcción de dos tanques sépticos para tratar aguas de desecho domiciliario, con la misión de disminuir la contaminación y daños al medio ambiente, sobre todo en delegaciones que aún presumen ríos y arroyos parcialmente cristalinos.
Una de las construcciones comenzó en barrio Los Mesones, delegación San Miguel Mimiapan, cerca del Relleno Sanitario, en cuya parte sur está el río Zolotepec, que cruza entre el monte y baja al paraje Ojo de Agua, en Santa María Zolotepec, donde las familias se reúnen para convivios y días de campo.
El otro tanque se edifica en el paraje La Cuesta, en la delegación serrana de Santiago Tejocotillos, donde las llamadas “aguas servidas” provenientes de lavaderos, baños y cocinas, son vertidas por algunos pobladores en los ríos que cruzan el poblado xonacatlense.
En Tejocotillos cruzan varios ríos y arroyos, tanto en la parte baja del poblado como en las zonas recónditas de la parte montañosa, donde todavía se puede disfrutar del agua clara, inclusive para beber, de ahí la importancia de buscar otro destino para el agua sucia de las casas.
Autoridades del gobierno municipal se encargaron de dar el banderazo de inicio ambas obras, con la finalidad de colaborar con la población en la diminución de la contaminación.
Uno de los ingenieros explicó el funcionamiento de un tanque séptico, que inicialmente es una fosa de concreto, regularmente rectangular y construida bajo suelo, que recibe y trata las aguas servidas, cuya parte sólida es separada por un proceso de sedimentación.
Mediante un “proceso séptico”, la materia orgánica del agua se estabiliza para transformarse en un lodo inofensivo, que se aspira con un camión extractor y se deposita en plantas de tratamiento de aguas residuales, rellenos sanitarios o camas de secado de lodo.
Explicó que, si ese lodo es correctamente “digerido” por el tanque, su uso es factible como fertilizante natural.
Las aguas residuales tratadas se conducen a un campo de drenaje, conocido como campo de filtración, donde las impurezas prevalecientes se descomponen naturalmente, así que el líquido es absorbido por las raíces de plantas o se vuelve parte de las aguas subterráneas.
Esas fosas o tanques sépticos suelen contar con una alta concentración de material orgánico y organismos patógenos, que pueden causar enfermedades e infecciones, de ahí la necesidad de ser herméticos, duraderos y de estructura de concreto muy estable.
Ante tales condiciones, es importante que los usuarios de Mimiapan y Tejocotillos colaboren en no utilizar el agua desmedidamente, para evitar desastres higiénicos en sus hogares.