jueves, marzo 28, 2024
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¿Y la transparencia, apá?: Baz Ferreira, el auditor eterno

*Luis Durán*

Fernando Baz Ferreira, titular del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), compareció esta semana ante la LX Legislatura de la entidad, donde confirmó la severa deuda que tiene el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) en su fondo de pensiones, además del adeudo que presenta la UAEMéx, como la principal dependencia con atrasos de pagos. -Lo cual era un secreto a voces-

Pese a que la Secretaría de Finanzas del estado comunicara que el gobierno mexiquense contara con deudas sanas, Baz Ferreira informó que el GEM cuenta con una deuda mayor al 2% que la del pasado año, junto con los 129 millones de pesos que tuvo el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) en observaciones; aunando 4 mil millones del ISSEMyM y los mil 671 millones de la universidad de la entidad.

Pero recapitulando un poco, el titular del OSFEM ha estado en el cargo por más de 9 años, y con cinco más por cumplir, convirtiéndolo en uno de los servidores públicos con más tiempo en un solo cargo en todo el Estado de México; ya que, además, cuenta con una opción de poder ser ratificado, nuevamente, para ampliar su mandato siete años más (hasta 2030) al frente del órgano responsable de vigilar los gastos públicos del gobierno estatal y municipal.

Fernando Baz llegó al cargo en el 2009 y en 2016 fue confirmado para continuar en el puesto otros siete años por la Legislatura pasada, la cual estaba integrada por su mayoría priistas; durante su primer periodo solamente acusó a David Sánchez Guevara, alcalde del PRI en Naucalpan, durante 2012-2014, por desviar recursos públicos a empresas sin que realizaran las obras correspondientes.

Sin embargo, en esa misma época, su ratificación fue señalada por la bancada de Morena, puntualizando que Baz Ferreira era una imposición del partido tricolor para tener un aliado en las cuentas públicas del entonces gobernador, Eruviel Ávila; actualmente, se le acusa, a él y a Mercedes Cid del Prado, segunda al mando del OSFEM, de no indagar adecuadamente en la administración del edil de Metepec, David López Cárdenas, al cual se le atribuye tener ‘aviadores’ en su nómina -algo que también ha manifestado la que será nueva alcaldesa del municipio, Gabriela Gamboa-.

Con el cambio de Legislatura mexiquense, Baz anunció que realizaría una exhaustiva auditoría al ISSEMyM, incluso antes de su comparecencia, por lo cual fue duramente cuestionado por Claudia González Cerón, diputada de Morena, durante el desglose de la Cuenta Pública del 2017 en la Cámara de Diputados; exhortando que mejor se realice una auditoría externa, ya que los informes del OSFEM no fueron concretos.

Asimismo, se convocó a realizar, la próxima semana, una comisión de cuestionamientos en las finanzas del instituto de salud, derivado de la poca claridad en la diligencia presentada por el titular del OSFEM, y se tomen acciones en torno a la Ley del ISSEMyM, que pudiera entrar en vigor a partir del 1° de enero de 2019.

No obstante, en 2017 el órgano de fiscalización mexiquense señaló al Gobierno del Estado de México inconsistencias en la Cuenta Pública de 2017 por más de 230 millones de pesos y 3 mil millones a los 125 ayuntamientos, pero sin que éstas fueran esclarecidas o finalizadas, traspapelándolo con el cambio de administración estatal de ese año, ante la llegada de Alfredo Del Mazo al poder.

Quizá uno de los inconvenientes de Baz Ferreira para dejar el puesto, ante todas las olas de acusaciones de irregularidades y falta de resultados, sea el salario que percibe; puesto que se ubica, según cifras de Alfa Diario, entre los funcionarios mejores pagados de todo el EdoMéx, percibiendo mensualmente neto 108 mil 214 pesos -equivalente a ganar 3 mil 558 pesos diarios-, sólo por debajo de salarios como los del propio gobernador, el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Legislatura, Maurilio Hernández González, y el titular de la Contraloría, Victorino Barrios Dávalos.

Por ello, el pensar en la destitución de un funcionario como Fernando Baz Ferreira no sería tan descabellado, después que en 9 años bajo la tutela del OSFEM no se han entregado buenos resultados, las cuentas públicas de la entidad carecen de transparencia y las dependencias deudoras no han sido castigadas meritoriamente; además de aún contar con la oportunidad de mantenerse en el cargo por otros siete años -cosa que haría enfermar al presidente electo, López Obrador, quien ha pregonado con la idea de consultar la revocación de su cargo cada dos años-.

Esperemos que, con las mesas de trabajo a realizar la siguiente semana, todo se esclarezca, se llegue al problema real y se culpabilice a los responsables de este tipo de situaciones financieras que afectan tanto a instituciones como a los propios mexiquenses, y que este tipo de personalidades -impuestas a ojos de todos por los poderes en el control- se excluyan de cualquier actividad o función pública, que demerita el actuar democrático y el progreso en el país.

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