Con bombas de semilla, en Otzolotepec buscan reverdecer los bosques dañados
*José Ángel Gutiérrez*
Comuneros de Santa Ana Jilotzingo, en el municipio de Otzolotepec, fortalecen el proyecto “Bombas de Semilla” ante la pérdida de árboles derivada de la tala ilegal e incendios forestales, con el fin de devolver vida al bosque y fomentar el crecimiento de ejemplares nativos de la zona.
Uno de los viveros destinados a tales objetivos se encuentra en lo profundo del barrio Loma de Maguey, donde un grupo de habitantes tomó y lleva el control de esta iniciativa, cuyas actividades de recolección y tratamiento son desarrolladas por adultos, niños y mujeres.
“La intención es que quede la bomba en el monte. Una vez que aparezca la lluvia el agua procede a empapar la arcilla, así que el barro, una vez remojado, hace germinar la semilla dentro de la bola (bomba)”, explica Griselda Miguel, delegada de Loma, a Diario Evolución.
Una bomba es aquella mazorca o piña de pino -u otro ejemplar-, cuyo interior contiene las semillas del árbol, de ahí el término “bomba”, porque justo ahí detonan las simientes que a futuro se convertirán en árboles de vivero y posteriormente en plantas del bosque.
El proceso de germinación prosigue cuando se forma “una especie de competencia entre las semillas de cada brote”, para dejar crecer solamente a la más fuerte, lo que garantizará que el ejemplar se desarrolle a través de la semilla más sana de toda la bomba.
Comuneros indicaron que el proyecto está firme en Loma de Maguey, con la misión de replicarlo en el centro de Jilotzingo, así como de buscar la iniciativa para emularlo en la comunidad de San Mateo Capulhuac, donde también se albergan los bosques otzolotepenses.
Esta técnica es producto de la enseñanza de la Dirección Municipal de Ecología, aunque la comunidad es quien lleva la batuta de los trabajos, a través de una organización entre vecinos, quienes buscan una labor a largo plazo a beneficio de los llamados pulmones naturales.
También en Jilotzingo, pero en barrio El Oxco, otros vecinos prosiguen con el vivero de árbol nativo, cuya diferencia es el crecimiento de ejemplares en bolsa, en la que serán llevados al bosque a través de reforestaciones destinadas a reverdecer las zonas afectadas.