El amor como una flor
*Melchor García*
El amor como una flor se siente desde la raíz y sólo llega a quien saben apreciar la belleza, así lo dice con una sonrisa entre los labios Nicolás Velásquez, mexiquense originario de Zumpahuacan; hoy con una vida hecha en Tenancingo dedicada a la producción de flor.
Recuerda cuando decidió dedicarse a la floricultura, luego de servir en el Ejército; de manejar balas a trabajar con la fragilidad de una planta y conocer así la nobleza de la tierra, más fuerte que cualquier arma, afirma.
“Me liquidé del Ejército y yo tenía que ver aquí, mi suegro nos dio un pedacito de terreno y dije, pues, a algo me tengo que dedicar, así fue cómo empezamos con la planta de gerbera.”, compartió.
Su jornada comienza desde las cinco de la mañana, listo para hablar con las manos a sus pequeños retoños de gerbera, la flor siempre presente en todo arreglo distinguida por su sencillez, pero también por su belleza.
Cuida cada detalle en el invernadero construido con 15 años de trabajo, pilar de su familia y bastión de recuerdos, en cada flor se queda algo, asevera.
“Un poquito extraño, porque prácticamente no conocía nada de la flor y se siente un poco raro, pero aprende uno.”, dijo.
El clima de su primera cosecha, reconoce, no es el mismo; hoy tiene que cuidar cada detalle para que la flor pueda darse sin contratiempos y, entonces, elegir a las más hermosas que llegarán a las manos
“La tierra hay que prepararla con mejora, tepojal, aserrín, preparar la tierra bien, desinfectar para que se muera todo el hongo, para que no tan pronto le salga hierba u hongo.”, comentó.
En marco del 14 de febrero, día del amor y la amistad, reconoce que su más grande satisfacción es saber que su trabajo y dedicación sirven para expresar amor y celebrar a un ser querido
“Una satisfacción muy grande, muy bonita, porque el que les gusté una flor que lleva cuidando uno se siente bien y aparte económicamente también pues hay para algo.”, finalizó.
Según datos de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, para este día de San Valentín se espera una derrama económica de 600 millones de pesos, con una cifra de 8 mil productores, de las que destaca la producción de rosa y gerbera, pero, además, lilis, tulipanes, crisantemos, claveles y girasoles.