miércoles, abril 24, 2024
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El silencio, un aliado inesperado

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*Aarón Dávila*

Foto: Ilustrativa.

Un aliado inesperado, es un aliado bien amado. Tener un aliado en los momentos álgidos es algo que realmente se agradece. Hoy por ti, mañana por mí, dice el conocido refrán. Pero, cómo bien se ha dicho, lo inesperado es sorpresa y no se ve venir.

Guardar silencio en el momento correcto te permite respirar profundo, mantener la cordura, no dejar que salga ese lado oscuro que entenebrece la razón y nos hace lastimar a quienes no debemos, de formas que jamás debemos.

“El silencio no es una ausencia de sentido; al contrario: aquello que no se puede decir es aquello que más nos toca.”. Octavio Paz

Es bueno callar cuando se tiene tanto por decir. El silencio en la música representa una acción, un movimiento, una oportunidad de respirar, preparando el siguiente movimiento, no es, tal como lo decía Octavio Paz: “ausencia de sentido.”. Más bien, así como lo expresará Federico Fellini cuando dijo: “Si hubiera un poco más de silencio, si todos guardáramos silencio…. tal vez podríamos entender algo.”.

No siempre hablar sin parar es la respuesta, no te vuelves más sabio, ni te percibes más conocedor al hablar y nunca callar. 

El silencio no es tiempo perdido. El silencio te permite ordenar las ideas, trazar el siguiente paso, evitar una caída.

Martha B. Flores, mujer emprendedora y amante de la vida, dice que: ‏“El silencio es un gran aliado cuando se avecina una tormenta emocional. Guardar silencio es el mejor remedio que conduce a la calma y al paso del tiempo uno entiende que fue lo mejor.”.  

Guardar silencio oportunamente puede evitar grandes males. Es claro cuando discutimos con alguien y además se cruza la línea de la impaciencia que, callar y guardar silencio en el momento correcto, evitará un furor mayor. En una discusión sin control se pierde de vista a la razón y todo se vuelve caos.

Mire usted, es muy común que tratando de defender un punto o una idea que, para nosotros es clara y hasta evidente, nos volvamos insistentes al grado de elevar no solo el volumen de la discusión sino hasta el decoro de esta, es decir; en harás de defender nuestro punto, somos capaces de gritar e insultar al oyente quien sin pensarlo se vuelve oponente.

Job. (El paciente amigo de Dios.) decía: “¿Quién dijera que guardaren completo silencio y se convirtiera esto en vuestra sabiduría!”.

¿Se da cuenta? Guardar completo silencio en el momento correcto puede librarnos de un desenlace equivocado y jamás deseado. No existe vencedor en la imprudencia.

Finalmente, el rey Salomón por su parte decía: “Aún el necio, cuando calla, es temido por sabio, cuando cierra los labios, {por} prudente.”. 

Guardar silencio oportunamente, no sólo evitará un mal innecesario, sino que te hará ver como quién definitivamente actuó con sabiduría y sensatez, nunca al revés. Sin duda alguna, guardar silencio a tiempo salvará la ocasión y el corazón del entendido. Aprender entonces cuando es mejor seguir hablando o cuando es mejor callar, es sin duda camino transitado.

Muchas gracias.

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