sábado, abril 20, 2024
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En Jilotzingo, Otzolotepec, dispersaron bombas de semilla entre bosque y agua

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*José Ángel Gutiérrez*

Foto: José Ángel Gutiérrez.
Comuneros, en conjunto con Ecología, esperan sustentabilidad sin depender de otros para crear árboles propios y así proveer a la tierra para no sufrir futuras consecuencias.

Al celebrar una emotiva jornada de dispersión de “bombas de semilla”, comuneros de Santa Ana Jilotzingo, perteneciente al municipio de Otzolotepec, estimaron que esta técnica brindará sustentabilidad para no depender de nadie y ser productores y generadores de sus propios árboles nativos.

Cerca de 50 moradores, en compañía de funcionarios locales y de la Dirección de Ecología, acudieron este viernes al bosque del paraje Las Berthas, territorio otzolotepense limítrofe con el municipio de Isidro Fabela, con el fin de propagar más de mil bombas de Oyamel.

Niños, jóvenes, adultos y hasta adultos mayores se infiltraron en el territorio, justo donde se encuentra uno de los manantiales más antiguos de la comunidad, lo que conjugó una jornada de reforestación de origen japonés con una visita y caminata entre escurrimientos del líquido vital.

“Este lugar ha sido afectado por la tala, sólo que ya no se ven muchos árboles tirados como antes. En otros años esto se reforestó con cedros provenientes de otros lugares, pero se han ido acabando y ahora sembramos lo que nos asesoran”, indicó uno de los vecinos.

De acuerdo con David Silva Carmona, director de Ecología, estas actividades son generosas con la naturaleza, especialmente porque ayudan en la regeneración de los bosques con árboles nativos, lo que de paso brinda conservación de los preciados mantos acuíferos.

“Para nuestras generaciones futuras estamos dando un paso importante. Hoy somos más sustentables con esta técnica, porque no dependeremos de otros lados, sino que seremos productores y generadores de nuestros propios árboles”, dijo el funcionario a Diario Evolución.

En tal sentido felicitó a los habitantes de Jilotzingo por su trabajo, porque son quienes en mayoría realizan esta labor, a través de organización entre vecinos, todos con un mismo objetivo: reforestar “con nuestros árboles”, con la misión de replicarlo en otros escenarios.

Las bombas, una especie de bolitas de barro con las semillas en el interior, se sembraron en hoyos de tamaño pequeño, con ayuda de azadones y palas, lo que motivo actividad de personas de todas edades, quienes de paso apreciaron las bellezas que ofrecen estos lugares.

Moradores coincidieron que la mejor manera de educar a los infantes y futuras generaciones “es cumplir este tipo de tareas en pro del medio ambiente”, porque de esa manera “la tierra nos provee”, por ello, “si no la atendemos, en un lapso vamos a sufrir las consecuencias”.

Galería:

Foto: José Ángel Gutiérrez.

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