Ferieros ruegan por poder trabajar
*Melchor García*
A casi nueve meses del inicio de la emergencia sanitaria, operadores de juegos mecánicos y ferieros mexiquenses, piden al gobierno del Estado y las autoridades municipales, generar un protocolo sanitario que les permita regresar a trabajar.
En la denominada Unión de Juegos Mecánicos del Estado de México, las familias se manifestaron con la propuesta de que en grandes extensiones de terreno les permitan colocar la mínima cantidad de juegos mecánicos, separados entre unidades, cuidando aforos mínimos y siguiendo los protocolos sanitarios hasta ahora desarrollados.
Señalan que en el mes de diciembre necesitan trabajar o muchas de las familias deberán vender su patrimonio para poder subsistir.
“La idea es esa, eso fue lo que ofrecimos, contar con un espacio grande en donde el cupo de los juegos fuera el mayor para dar garantía de tener un gran espacio al abordar la misma gente, no hubiera mucha demanda, eso fue lo que nosotros presentamos, en cada vuelta ir sanitizando los juegos, optamos por poner un túnel sanitizante, tapetes cada uno de los miembros de la feria contar con guantes, limpiar.”, explicó Carlos Gabriel Pérez, feriero.
Expusieron que el paro en el que se les ha dejado, los expone cómo una industria de entretenimiento “sucia e insegura”, cuando dijeron, históricamente son lo contrario como punto de encuentro y convivencia de las familias.
En el caso del Ayuntamiento de Toluca, acusaron que se tenían negociaciones de apoyo pero al final no los apoyaron.
Criticaron que en la Ciudad de México, a uno de los principales partes de juegos mecánicos ya les permitieron trabajar aún con una mayor incidencia de casos COVID-19.
“Que nos den una solución de presentar lo que tenemos y en lo que cabe conseguir que nos dejen trabajar.”, reiteró Carlos Gabriel.
Lamentaron que al igual que otros sectores, cuando se hizo la solicitud de apoyo para recibir alguna despensa o beneficio económico a los gobiernos, lo único que recibieron fue evasivas, en el caso de los ferieros del Valle de Toluca y sus municipios, la suspensión ha afectado hasta mil 500 familias y a todos sus integrantes.
