Intentan acicalar a Almoloya del Río, pero el agua sucia reclama terreno
*José Ángel Gutiérrez*
Acudir al tianguis de prendas de vestir, pasear por la laguna de Chignahuapan o jugar en el Parque Ecoturístico suponen un excelente domingo familiar en el municipio de Almoloya del Río, aunque un panorama de deterioro natural pone un toque contrastante a la visita.
“Definitivamente la laguna reclama territorio.”, menciona don Alberto, visitante del lugar, mientras observa cómo el agua pluvial y de la filtración del estanque invade canchas de futbol, donde un viejo balón flota junto a envases plásticos y plantas acuáticas tras una portería.
Como cada año, zonas aledañas a la laguna sufren encharcamientos, sobre todo la calle Alamo y el final de las vías paralelas Heriberto Enríquez y Paseo Arboledas, estas últimas en su tope con el borde del lago, al interior del parque, en una zona de canchas de basquetbol.
En inmediaciones de Alamo y terrenos aledaños de la colonia La Campesina, fango negro pestilente queda como resaca del líquido que amaga con ingresar a los hogares.
Dentro del Ecoturístico, cuya entrada principal está al final de la Arboledas (que continúa dentro del parque tras librar un reja de acceso), Diario Evolución constató la presencia de elementos de Protección Civil en tareas de embellecimiento del recinto recreativo.
“Plantaremos tres aquí y otras allá.”, dijo un PC cuando colocaba palmeras, una de ellas, incluso, con plátanos; añadió que el director cubría servicio en unas finales de futbol en la unidad deportiva, al norte de las canchas anegadas.
Áreas de servicios generales, jardineros y PC iniciaron limpieza, así como poda de árboles y plantación de algunos árboles para mejorar la imagen del parque, con el adicional de aplicar pintura a varias cabañas, todas acondicionadas con parrillas para hacer el “asado”.
Sin embargo, al costado de las canchas no dañadas, que lucen un vistoso césped verde y pasto sintético, se pueden apreciar montículos de tierra, producto de la excavación para más líneas de drenaje, mismas que desembocan directamente en la laguna con destino al río Lerma.
Aunque trabajadores drenan líquido encharcado en la zona de juegos infantiles, lo cierto es que las recientes lluvias no permiten una labor completa, ya que “más tardan en quitarlo que en cuestión de horas se vuelve a inundar”, como refrió otro de los visitantes.
Paradójicamente, el exceso de líquido con patógenos contrastó con el abasto de agua potable en el municipio, ya que este lunes fue suspendido por fallas en una bomba, con la promesa del ayuntamiento de atender la situación con carácter de urgencia.
