Los Dreamers de la UAEMéx
*Melchor García*
Este 23 y 24 de julio quedará marcado en la historia de 58 mil jóvenes que buscan el día de hoy un espacio para cursar la educación media y superior en la Universidad Autónoma del Estado de México, pero no todas las historias son iguales ni se escriben de la misma forma.
Édgar Carmona, mexiquense de 18 años originario de Almoloya de Juárez, es uno de los aspirantes que este año debió afrontar el obstáculo de no tener a su disposición una computadora ni internet: Pesadilla que comenzó con las clases virtuales que generó la emergencia del COVID-19.
“A veces tenía internet a veces no, realmente los maestros siempre trabajaban en internet pues se me dificultó en la parte que yo vivo no hay internet, mis papás intentaron que yo siguiera estudiando, que no bajara las calificaciones se me hizo muy difícil.”, Édgar Carmona.
Y es que la pandemia no solo expuso la brecha digital entre estudiantes, también marcó las desigualdades económicas de la sociedad mexicana; en su caso debió preparar su examen con cuatro horas de estudio diario, pero trabajando como lo ha hecho durante todos sus estudios, en labores de albañilería, hasta 10 horas a la semana; hoy pese al riesgo del virus en el espacio público.
“Demasiado pues tienes que desvelarte, tienes que seguir estudiando no se a veces dejaba los estudios para ayudarle que saliera adelante él, demasiado cargando botes no es tan fácil, subir arena, cargar graba todo eso no es nada fácil, es muy difícil, tus huesos a veces te duelen las manos se te hacen feas, tus pies los traes picados, todo es difícil”, refirió.
Detrás del anhelo de superarse y poder ingresar hoy a la UAEMéx, dice, está un único sueño: sacar adelante a sus padres, el motor de su vida y esfuerzos a quienes ha visto trabajar siempre para darle la oportunidad que ellos no tuvieron.
“Realmente nunca me ha importado el dinero yo siempre lo he dicho mientras esté con ellos es lo único que me importa, ahorita lo único que quiero es sacarlos adelante y más que nada sacar a mi papá de donde está trabajando.”, dijo Édgar Carmona.
A unas horas de comenzar su prueba a distancia se declara listo para hacer valer la confianza que ha depositado su familia en él, seguro de que la suerte no existe y que los sueños se construyen con nuestras acciones de todos los días.
“Gracias por todo el apoyo que me han dado, la felicidad, las noches que se han desvelado conmigo les agradezco, no me queda más que demostrarles que si puedo.”, dijo.
Manda un mensaje a aquellos que teniéndolo todo desaprovechan las bendiciones que les dio la vida, en el entendido de que las oportunidades no se dan dos veces.
“Se puede hacerlo y aunque es difícil nada es imposible”, refiere.
