viernes, marzo 29, 2024
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Muestra deterioro la carretera de acceso al Ceremonial Otomí de Temoaya

*José Ángel Gutiérrez*

Sectores de Tlatenango reportan baches, mientras que en San Pedro Arriba y San Pedro Abajo el agua del temporal lluvioso y camiones pesados también han dañado el asfalto, en perjuicio de estudiantes, vecinos y visitantes. Foto: José Ángel Gutiérrez.

Habitualmente transitada por visitantes, la carretera Ixtlahuaca-Naucalpan-Temoaya luce deterioro debido a la apatía gubernamental, así como al tonelaje de camiones y corrientes de agua procedentes de los cerros, a lo largo de su tramo entre el Centro Ceremonial Otomí y la cabecera municipal de Temoaya.

La vialidad, también conocida como avenida Centro Ceremonial o carretera al Centro Ceremonial, en un tema confuso del mapa satelital, presenta baches apenas al kilómetro uno, a la altura de la comunidad Tlatenango Abajo, a pocos metros del plantel Conalep.

“Este señor, Apolinar [Escobedo, presidente municipal], nomás no hace nada, ¿qué le cuesta bachear? Aquí transitan jóvenes que van al Conalep, camiones de pasaje y gente que visita el ceremonial; todos son afectados por el estado del pavimento.”, dijo don Gastón, vecino.

En el sitio, Diario Evolución constató que conductores de autos compactos y pesados disminuyen drásticamente la velocidad para sortear los boquetes, con el fin de no dañar la suspensión y de evitar salpicaduras de agua a estudiantes y pobladores.

Foto: José Ángel Gutiérrez.

Entre Tlatenango y el inicio de San Pedro Abajo la situación no es mejor, ya que la carretera presenta corrientes de líquido de coloración café clara, producto de deslaves menores de la serranía, lo que al paso del tiempo también contribuye al reblandecimiento del asfalto.

Tales factores se fusionaron con el constante flujo vehicular, a lo largo de la prolongada temporada de lluvias, dando como resultado muchos baches, como también se pudo verificar a la altura del primer invernadero de San Pedro Abajo, en una zona más habitada.

San Pedro Arriba, donde la carretera sigue un curso en ascenso con curvas y un carril por sentido, también mostraba pequeñas corrientes de agua que atraviesan de sur a norte, entre hogares afincados a pie de vía, con destino hacia un río y casas ubicadas debajo del nivel carretero.

“Cada que llueve pasa, ya hasta nos acostumbramos a que toda esa agua baja del cerro y se va ‘pa’ abajo’; nada más nos cuidamos de que los camioneros no nos salpiquen, porque no crea que bajan la velocidad, sino que aceleran para mojarnos.”, indicó doña María, pobladora.

Cabe resaltar que la carretera Acueducto Lerma-Ixtlahuaca, en territorio de Temoaya, ya albergó trabajos de bacheo, por lo que se puede circular con tranquilidad, aunque tramos como la Ixtlahuaca-Naucalpan-Temoaya siguen sumidos en el abandono.

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