Necesario creer en el coronavirus

*Melchor García*  

“Cuál es la frase más común en México, no pasa nada, un mexicano ante una situación de peligro con mucha frecuencia dice, no pasa nada, y este no pasa nada es la frase más peligrosa que se usa en México, porque hace que la gente en México actúa de forma poco racional entonces si pasa algo, pasa algo grave no pueden decir no pasa nada porque puede producir que la gente muera”. 

Así lo dice Mariusz Krzysztof Janczur, biólogo y profesor de la Universidad Autónoma del Estado de México, al compartir su experiencia de vida con Diario Evolución, puede decir con fortuna que venció al virus, en su caso no vacila en responder cuando se le pregunta ¿cómo está? “estoy vivo y eso es bueno”.  

A diferencia de otros, indica, desde un principio acató la cuarentena y siguió cada una de las nuevas normas, pese a ello el coronavirus tocó a su puerta como muestra de lo contagioso del nuevo mal. 

“No lo tomé a la ligera, lo tomé con toda la seriedad, viví una cuarentena bastante estricta y sin embargo, me enfermé y ni supe cuándo, y ni supe donde contraje el virus.”, dijo el profesor.  

Un intenso dolor de cabeza, recuerda, fue el inicio de su prueba. La clave, recomienda, conocer el cuerpo y advertir alarma ante cualquier escenario desconocido.  

“El dolor de la cabeza no se me quitaba a primera vista tocándome con la mano no sentía la temperatura, una amiga me trajo un termómetro, medí mi temperatura y me di cuenta que tenía 39 grados, desde niño yo nunca había tenido esa temperatura.”, refirió.  

Expone que la atención pronta y profesional de los médicos, fue la clave para atender la enfermedad en sus primeros momentos. Advierte ese es el primer paso para vencer al coronavirus: no desestimarlo y actuar con calma y sigilo ante un enemigo inteligente.  

“No me asusté simplemente creo que, ante situaciones similares, hay que mantener la calma no actuar con nerviosismo, y el no actuar con nerviosismo significa ir inmediatamente al hospital y el intentar engañar al cerebro de que no pasa nada, creo que la mayoría de los problemas gran parte de muertes con daños fuertes al organismo han ocurrido porque la gente no quería creer que estaba enferma de la enfermedad.”, sostuvo.  

Una convalecencia que llevó en casa y le hizo perder casi siete kilos de peso, pero que pudo sortear mediante organización, manteniendo su mente activa en la lectura, el ejercicio y la meditación para no dar espacio al virus. 

“En mi caso, porque podemos decir que tuve éxito lo que pasé con al menos cinco manifestaciones de la enfermedad, lo atendí a tiempo, tuve éxito en el sentido de que sané rápido sin secuelas fuertes, sin problemas para respirar, ya volví a hacer ejercicio, hace aproximadamente dos meses llevó una vida normal, no sé cómo hubiera acabado esto si no lo hubiera atendido a tiempo.”, aseguró.  

Polaco de nacimiento y mexicano por elección pide hoy a cada compatriota superar el estigma de que al mexicano no le importa la vida, y pensar en los otros cuidándonos.