lunes, abril 29, 2024
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Nuestro tiempo

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*Aarón Dávila*

Foto: Suavinex.

Vivir es realmente ¡la mejor aventura!

Los términos de la vida han sido dictados, así como el día y la noche, un principio y un final. 

Entre uno y otro existen tantas posibilidades, tantos caminos por andar, tanto por hacer, tanto por vivir, tantas y tantas personas por conocer. 

Y sí; sabemos bien que algún día moriremos. No sabemos cómo, no sabemos cuándo. Ni el día ni la hora, ciertamente no tenemos control de eso, pero lo que sí podemos controlar o decidir, es cómo vivir.

Hacia dónde llevar nuestra vida, qué podemos o mejor dicho ¿qué debemos dejar a nuestro paso? Lo que ha de formar nuestro legado, la memoria de nuestro andar por este mundo.

La atención que prestemos al acontecer diario, nos guiará sin duda alguna a nuestro siguiente paso.

El rey David expresó en un Salmo lo siguiente: 

“Un día emite palabra a otro día. Y una noche a otra noche declara sabiduría.”.

Miren que interesante, según el rey David, “Un día emite palabra a otro día.”. 

Es decir; la experiencia de cada día nos enseña a vivir mejor el siguiente y a aprender lo que nos fue para bien, para guardarlo y sumarlo.

Pero de la misma forma, nos muestra todas aquellas cosas que no aportaron bien alguno a nuestra vida, situándonos en la posición correcta para tomar las decisiones adecuadas, que, en tal caso, será desechar todo aquello que no nos generó bien alguno.

Me encanta la forma en que el rey David cierra esta idea diciendo: “Y una noche a otra noche declara sabiduría.”.

Lo que nos dice es que, la suma correcta de aciertos y la capacidad de desechar los desaciertos de nuestra vida diaria, provoca en nosotros un estado de paz y plenitud constantes y no es otra cosa que permitir a la sabiduría su paso libre, generando de esta forma una conciencia tranquila y un estado emocional equilibrado, capaces de enmendar los errores que inadvertidamente o involuntariamente pasamos, convirtiéndolos en verdaderas fortalezas de vida.

¿Cuánto tiempo más tendremos por vivir? Ciertamente no lo sabemos pero, viene a mi memoria una enseñanza del sabio Salomón, crucial para nuestro tiempo.

 “Cuando la sabiduría entre en tu corazón y el conocimiento sea agradable a tu alma, se guardará la sana iniciativa y te preservará el entendimiento.”.

¿Cuánto tiempo más tendremos por delante? Ciertamente no lo sabemos pero, lo que sí sabemos es que nuestro tiempo es este, en medio de pandemias, de vuelcos severos de la naturaleza, terremotos, huracanes, viento recio y no sabemos cuánto más vendrá, pero lo que sí sabemos es que este es nuestro tiempo y enfrentaremos lo que venga con sabiduría, amor y decisión. 

Lo único que verdaderamente esperamos es poder ver la luz de un nuevo día, despuntar nuevamente, pero tomamos la decisión de no cometer los mismos errores del pasado. 

Anhelamos un mundo nuevo, la promesa de Dios es para vida eterna y muchos y mejores días por vivir. 

Los términos de nuestra vida han sido dictados, pero el final de ellos sólo Dios lo conoce.

¡A vivir entonces! Demos a cada día su propio afán, paso a paso, viviendo cada día con la mayor emoción posible, dispuestos a disfrutar y compartir con nuestros seres amados.

Que las crisis que se viven actualmente no gobiernen nuestra vida, todo esto pasará y nuevamente, el día de mañana tan sólo tendrá recuerdos de las cosas que tuvimos que vivir, para hacernos mejores personas y aprender.

Que Dios les bendiga.

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