jueves, marzo 28, 2024
Opinión

Caída Libre

*Víctor Yáñez*

Foto: Especial.

¿Le alcanza al PRI para retener la gubernatura en el 2023?

De los 5 municipios que hasta el 2018 habían mantenido su hegemonía priista –Acambay, Temascaltepec, Atlacomulco, San Felipe del Progreso y Villa Victoria- solamente uno (Villa Victoria) es el que se mantiene intacto y se ha convertido en el reducto del priismo del Estado de México.

Han sido muchos los actores políticos que han contribuido al desarrollo y progreso de Villa Victoria, pero sin duda, uno de los soldados de mayor efectividad ha sido Mario Santana Carbajal. Tres veces diputado local y, cuatro presidentes municipales.

Ya lo advertía Elías Rescala Jiménez, coordinador de los diputados del PRI en la LXI legislatura durante su estancia en Villa Victoria: “Dios les da a los mejores soldados, las mejores batallas” en referencia a las hazañas políticas que ha realizado Mario Santana en por lo menos las últimas tres elecciones 2017, 2018 y 2021.

De acuerdo a datos de INEGI, en 2020, la población en Villa Victoria fue de 108,196 habitantes (49.1% hombres y 50.9% mujeres).

En 2020, 33.2% de la población en Villa Victoria no tenía acceso a sistemas de alcantarillado, 16.6% no contaba con red de suministro de agua, 21.2% no tenía baño y 2.15% no poseía energía eléctrica, estas son las cifras de INEGI que revelan las condiciones de vida en este municipio sureño del Estado de México.

Hoy, gracias al liderazgo de Mario Santana, Villa Victoria es ejemplo estatal del priismo porque no ha perdido ni una sola elección. En 2017, contribuyó con el triunfo de Alfredo del Mazo, candidato de la alianza PRI-PVEM y Nueva Alianza con más de 30 mil votos.

Un año después, 2018, y ante el oleaje morenista que barrió al priismo, panismo y perredismo. El tricolor, se afianzó en Villa Victoria, al ganar, junto con 20 municipios más; además, sumó votos para que el distrito X, con sede en Valle de Bravo, poco más de 26 mil votos.

En las elecciones del 6 de junio de 2021, Mario Santana Carbajal en coalición con los partidos de Acción Nacional y de la Revolución Democrática, buscó ser diputado local – por tercera ocasión- pero esta vez por un distrito X, conformado por 12 municipios. Desde Villa Victoria hasta Zacazonapan y desde Valle de Bravo hasta Temascaltepec y lo logró al obtener poco más de 95 mil votos.

En la mayoría de los 12 municipios, no se le conocía, sin embargo, Mario Santana se convirtió en el candidato más votado del Estado de México, pese a que su partido el Revolucionario Institucional, perdió en los municipios de Amanalco de Becerra, Ixtapan del Oro y Valle de Bravo.

En el primero – Amanalco de Becerra- ganó Movimiento Ciudadano, pero la alcaldesa electa se pasó a las filas de Morena.

Mientras que en Valle de Bravo e Ixtapan del Oro, ganó Morena con Michelle Núñez y Benigno Arroyo, respectivamente.

Son ya 92 años de presencia priista en el país, con altibajos en el inicio del siglo XXI, cuando en el 2000 gana por primera vez el PAN, pero ya lo he señalado en otras entregas, en 1996, fue una derrota aplastante para el PRI.

Han sido 21 años de claro-oscuros. El PRI se recupera en el 2012, al ganar con Enrique Peña la presidencia de la República, luego en el 2015, gana en el Congreso federal con 38 diputaciones federales y 34 diputaciones locales para el estado de México.

Pero en el 2018, el PRI sufrió uno de los descalabros políticos más importantes de su vida política. Solamente ganó 21 ayuntamientos, una diputación local de mayoría y tres diputaciones federales.

Tres años después, en 2021 en coalición con el PAN y el PRD, el PRI, lograr recuperar terreno. 58 alcaldías; 30 en alianza y 20 de forma solitaria; además de 14 diputaciones locales y 8 federales.

Estos son los números que presenta el PRI en los últimos tiempos bajo la directriz de Alejandra del Moral, de Ernesto Nemer y de nueva cuenta de Alejandra del Moral, como sus máximos dirigentes.

El escenario obliga. ¿Le alcanza al PRI para ir solo en pos de la gubernatura? O de plano ocupa de Enrique Vargas y sus aliados para evitar que Morena se instale en Lerdo 300 en el 2023.

Que, por cierto, falta ya muy poco.

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