miércoles, marzo 27, 2024
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Desde las Alturas

*Arturo Albíter*

Foto: Especial.
  • Pudo más la presión ¿política? y la económica que la de salud. No importó que las muertes por COVID-19 estén en el rango de los 17 mil 500.
  • El Estado de México se mantiene en rojo al igual que la Ciudad de México, aunque en la capital del país ya anunciaron que cambiarán la próxima semana.
  • Pregunta del día: ¿Aguantará el gobernador mexiquense la presión del gobierno federal o aceptará condiciones como lo hizo la jefa de Gobierno de la Ciudad de México?

Durante las últimas semanas la presión económica parecía que iba ganando la batalla que se enfrenta por la pandemia del coronavirus en el país y todo indicaba que de un momento a otro podrían regresar un mayor número de actividades a su labor diaria sin importar que el número de contagios y muertes estuviera en su pico más alto.

Organizaciones como la Mundial y Panamericana de la Salud ya habían explicado la semana pasada que México se encontraba en el punto más alto de contagios y que la curva mantenía su tendencia a crecer, por lo que no era un buen momento para regresar a las actividades.

En caso de desatender la recomendación entonces podría presentarse un cuadro más desalentador para el país y las muertes podrían multiplicarse, así como los contagios y el sistema de salud colapsaría.

Para el gobierno federal en un principio fue más importante regresar a las giras por el país y conforme aumentó la presión política con las marchas de protesta contra el ejecutivo federal, el supuesto surgimiento del BOA y la presión de los gobernadores de oposición, entonces regresar a las actividades se volvió indispensable.

Lo anterior aunado a la grave crisis que se registra en el país, el peor comportamiento de la economía, el número de desempleados, el hecho de que las previsiones de disminución del PIB acrecentaban la idea de un panorama desalentador, por lo que cambiar el semáforo a naranja era algo así como una obligación.

De esta forma, este lunes resulta que 16 estados dejaron el rojo y pasaron a naranja para que algunas actividades no esenciales pudieran retornar a sus labores.

Entre esos estados curiosamente se encuentran muchos de los que la semana pasada el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) clasificó entre los que peores tasas de desempleo formal registraron en mayo.

Así se dio a conocer que los estados de Aguascalientes, Baja California Sur, que fue la entidad con la segunda tasa más alta de empleos formales perdidos con 13.3 por ciento en el comparativo anual.

Campeche, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León y Quintana Roo son los que mayor tasa de desempleo formal tuvieron en los últimos dos meses, en mayo con el 22.7%.

San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Yucatán y Zacatecas.

En números absolutos de acuerdo Laura González del Consejo Coordinador Empresarial del Estado de México y con datos del IMSS, los que resintieron de peor forma el desempleo formal fueron los estados de Quintana Roo, Nuevo León Jalisco, así como la Ciudad de México y el Estado de México.

Por lo que toca al Estado de México y la Ciudad de México, que son las zonas más pobladas del país, es evidente que el número de contagios, más de 60 mil al inicio de esta semana, es el más elevado.

Y si la semana pasada la jefa de gobierno, de la capital del país, Claudia Sheinbaum, anunciaba que no cambiaría el semáforo debido a la elevada cantidad de casos que se presentaban, luego de que el mandatario de la nación, Andrés Manuel López Obrador, invitó a la población que dejará a un lado el miedo y saliera a las calles para volver a trabajar, la postura cambio y anunció que la semana entrante tendrían un giro gradual a naranja.

Lo anterior quiere decir que el lunes 22 podrían regresar a sus labores los tianguis y mercados que no tienen actividades esenciales. Para el martes 23 podrían reanudar algunas actividades en el Centro Histórico. El miércoles 24 hoteles al 30 por ciento y restaurantes al 40% de su capacidad. El jueves 25, centros comerciales y tiendas departamentales a un 30 por ciento de su capacidad.

En el Estado de México las autoridades han mantenido su postura de continuar con el semáforo en rojo, así que las actividades se mantienen restringidas y la población debe continuar en sus hogares ya que los casos de contagios siguen en aumento.

Así, por un lado organizaciones de salud en el país, incluso en la misma Secretaría de Salud federal reconocen que no se han estabilizado los contagios y otras del extranjero que recomiendan no volver a las actividades por el riesgo tan elevado que existe de multiplicar el número de casos, somos el séptimo lugar en el mundo en esa clasificación.

Por otro, el ejecutivo federal insiste que no deben tener miedo de regresar a las actividades y según sus declaraciones, lo dijo de esa manera por recomendación de médicos, siempre y cuando salieran con sana distancia y la debida higiene personal.

Autoridades de la Ciudad de México y el Estado de México se enfrentan a dos realidades.

Lo que quiere López Obrador, es que se controle la curva de contagio, para que así que puedan regresar a las actividades y la otra, relacionada con el impacto brutal de la pandemia que a diario mata a cientos de capitalinos y mexiquenses, sin contar con el hecho de que cada día es menor la capacidad para atender todos los casos que llegan a los hospitales.

El Estado de México también se enfrenta al desalentador panorama económico. Es el más poblado, pero también el que tiene el mayor número de unidades económicas en el país, que no van a recibir, casi nada o nada de apoyo gubernamental para mantener caminando una economía que el último año se contrajo de manera importante.

Es el quinto lugar en número de empleos formales perdidos y la tasa de desempleo de acuerdo al último dato del INEGI rondaba el -5 por ciento, así que ahora debe estar cerca del – 6%.

PREGUNTA DEL DÍA: ¿AGUANTARÁ EL MANDATARIO ESTATAL LA PRESIÓN DEL GOBIERNO FEDERAL O ACEPTARÁ CONDICIONES COMO LO HIZO LA JEFA DE GOBIERNO DE LA CDMX?

La respuesta la conoceremos la semana entrante. Por lo pronto enfrentamos el peor momento y al menos en Toluca cada día son menos los espacios que se tienen disponibles en hospitales COVID-19, incluso en algunos momentos tienen que trasladar enfermos a clínicas del Valle de México.

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