Domingo de rechazo de la UAEMéx
*Melchor García*
Con nerviosismo, Galo García de 19 años espero desde las primeras horas de este domingo el correo electrónico que le definiría su destino dentro o fuera de sistema educativo de la Universidad Autónoma del Estado de México, reconoció que fueron pocas las horas en las que pudo conciliar el sueño, pues los nervios eran demasiados.
Pese a la espera, fue uno de los casi 30 mil jóvenes que se quedó fuera del examen de admisión 2018 -2019 de la casa de estudio.
“La verdad no pude dormir, me despertaba, daba vueltas en la cámara, ya no dormí nada, me la pasaba pensando que haría si las cosas no salían bien” comenta.
Buscó uno de los espacios que ofertaba la universidad en la Facultad de Ingeniería, en la que sólo un promedio tres mil espacios se abrieron a los aspirantes. Galo no obtuvo uno de esos sitios.
“Es como si te cortarán las alas y te dijeran no más, y pues pasas de la tristeza al coraje al encabronamiento y de ahí a la calma”.
Señala que lo más complicado de saber el resultado es comunicárselo a su papá, así que tardó un poco para salir de su recámara y darle a la familia la noticia por la mañana.
Las primeras horas, luego de ver el resultado, son las más difíciles, porque se cierran las aspiraciones; sin embargo, el apoyo de toda su familia fue fundamental para pensar en que sólo era una modificación en su plan trazado.
“Creo que es la oportunidad para demostrar de lo que estoy hecho, afortunadamente cuento con el apoyo de mi familia, que más allá del económico está el emocional que es el importante, se seguirán buscando alternativas la cosa es no dejar de estudiar” afirmó.
Aunque la angustia no desaparece, viene de una preparatoria particular y fue testigo de los sacrificios que tuvo que hacer su padre para tener los recursos monetarios suficientes que le permitieran concluir sus estudios, incluso, debió dejar de estudiar un semestre, lo que lo aplazó un año, porque la economía en casa no era la mejor.
Sus esperanzas estaban fincadas en ingresar a la UAEM, pese a que en casa le han dado oportunidad a que elija la escuela en la que quiere estudiar, sabe que debe pensarlo muy bien, pues si quiere continuar deberá estudiar y trabajar.
