El Estado doblegado por la delincuencia

**Alcaldes despilfarran recursos, pero quieren más dinero**

**Acuerdos en el PAN, encuestas para 2021 y Anuar próximo líder**

Para enfrentar a la delincuencia organizada, el Estado no tiene los recursos económicos, el armamento, la inteligencia y mucho menos la determinación de hacerlo. Los hechos ocurridos en Culiacán, Sinaloa, solo son una muestra de que los grupos delictivos tienen al gobierno con una rodilla en el suelo y las manos unidas, mientras hacen una plegaría al cielo.

La confrontación de opiniones acerca de la decisión tomada por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en torno a soltar a Ovidio Guzmán, hijo del famoso narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, versan en dos rumbos, la primera, al considerarlo una persona sensible ante la posible matanza de familias inocentes; la segunda al acobardarse y soltarlo cuando las fuerzas armadas ya lo habían detenido.

Desafortunadamente, en ambos casos se tiene la razón, el presidente tiene la obligación de cuidar el Estado de Derecho, no debió pedir que soltaran al hijo del capo. Por otro parte, la desventaja en número, las amenazas contra civiles y el desastre causado por los narcos, ameritaba tomar una decisión para frenar el caos ocasionado; la decisión fue muy valiente, tomando en cuenta las criticas que iba a recibir y que a la postre se consolidaron.

Sin embargo, no debe olvidarse que el Estado tiene el uso exclusivo de la fuerza y al renunciar a ese derecho desde hace muchos años, tal vez décadas, propició el fortalecimiento de los narcotraficantes, quienes aprovechando la omisión, bañaron con sangre las calles, compraron armamento mucho mejor al que tiene el Ejército, diseñaron planes y estrategias de inteligencia y contrainteligencia e hicieron crecer su economía de una manera exponencial que les alcanza para que un pueblo los defienda, hacer obras, corromper gobiernos e instituciones de seguridad.

Los grupos delictivos tuvieron la determinación de crecer, ampliaron su base de ingresos, lo que inició hace 4 o 5 décadas como un negocio de drogas, hoy amplió sus giros a trata de personas, extorsión, narco-gobiernos, venta ilegal de gasolina y muchos otros rubros más; los gobiernos por su parte, se hicieron a un lado, por un lado pactaron con los criminales, dejaron en sus manos el uso de la fuerza que era exclusiva del Estado, los protegieron, dejaron que sus súbditos trabajaran con ellos, muchos se corrompieron y aceptaron dinero para sus campañas electorales a cambio de favores ya en el gobierno, causando perjuicio a la sociedad.

De este tamaño es el problema, ahora hay que resolverlo, pero para ello, es necesario reconocerlo como tal, entender que el poder adquisitivo de La Mayoría Silencios ha decaído, que los ciudadanos de a pie sufren al perder sus escasos ingresos y eso perjudica la economía. Pero si alguien cree que Andrés Manuel López Obrador lo entiende, están equivocados, todo seguirá igual o peor.

En México

La Mayoría Silenciosa tiene muy en claro el abuso de los recursos públicos dentro de los gobiernos municipales, estatales y federal, el despilfarro, además del enriquecimiento de los gobernantes cuando llegan a un cargo. Por esta razón el reclamo de los alcaldes de diversos partidos para obtener mayores recursos económicos debió estar precedido, por un eficaz uso del presupuesto municipal.

Muchos de ellos han usado la máxima de “Pan y circo al pueblo”, gastan más en comidas, festejos, obras de teatro y espectáculos, que en obras, gastan mucho más dinero en salarios, que en llevar servicios de calidad a La Mayoría Silenciosa; algunos de ellos ya fueron exhibidos por medios de comunicación, como es el caso de Enrique Vargas del Villar de Huixquilucan, otros más serán expuestos ante el escrutinio público, y es que, para pelear con el poder presidencial, hay que tener la cola muy corta.

En el PAN EdoMéx

En el Partido Acción Nacional del Estado de México todo esta arreglado para enfrentar el proceso electoral del 2021 y del 2023; el en primero se apuesta por buscar candidatos que cuenten con la aceptación de La Mayoría Silenciosa, las encuestas serán parte de las decisiones que habrán de tomarse. Los panistas afirman que no se engañarán con los sondeos y serán los más verídicos posibles en el ánimo de recuperar el territorio perdido ante Morena en la pasada elección.

De cara al 2023, muchos militantes aseguran la existencia de un acuerdo entre los dos grupos mayoritarios, es decir, el encabezado por Enrique Varga del Villar y el liderado por Anuar Azar, para que este último encabece la dirigencia estatal y trabaje para llevar al alcalde de Huixquilucan al éxito en su búsqueda por la gubernatura mexiquense. Así los planes en Acción Nacional, ahora falta ver el resultado de su planificación y trabajo.