Guardia Nacional: El temor de una dictadura
**EdoMéx segundo lugar en secuestros**
**PRD en terapia intensiva, urge resucitarlo**
La militarización de un país es para La Mayoría Silenciosa la anticipación de una posible dictadura, la creación de una Guardia Nacional ha sembrado el temor en México; por esta razón, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, debe reconsiderar su propuesta si quiere mantener la confianza de la sociedad en su proyecto.
La delgada línea de dar poder al Ejército, con base a un proyecto de seguridad combinado con un gobierno de izquierda, nunca será una buena idea, por eso es criticado, si bien es cierto que otros partidos lo han propuesto, no se avizoraba una militarización como ahora.
En el proyecto que se aprobará esta semana, seguramente se hablará de la temporalidad para que las fuerzas castrenses regresen a sus cuarteles en 5 años; sin embargo, los opositores consideran que es mucho tiempo, lo ideal serían tres años, aunque aceptarían 4 años.
Lo más importante, López Obrador debe dejar en claro que el mando de la Guardia Nacional queda a cargo de un civil, que no habrá un consejo militar y que los militares que cometan faltas o violaciones a los derechos humanos serán sometidos a la justicia civil.
Es necesario reconocer que la propuesta consolida una promesa que anteriores presidentes no cumplieron, regresar a los militares a sus cuarteles y el esfuerzo de la Guardia Civil tiene que servir para que lo militares regresen a sus labores en un plazo establecido en el proyecto.
Los estados tienen una gran responsabilidad en materia de seguridad, muchos se han visto rebasados por el crimen organizado e incluso en la comisión de delitos del fuero común; por ello, se entiende el apoyo de los gobernadores priistas a la iniciativa. Sin embargo, aún sin la iniciativa, muchos de ellos han evadido su responsabilidad de dar seguridad a La Mayoría Silenciosa, situación que se puede acrecentar con la Guardia Nacional.
Los partidos PRI, PAN, PRD, MC, Verde y PES pueden cerrar la puerta a toda posibilidad de una dictadura, desafortunadamente sus argumentos se han visto superados por la cobertura mediática que recibe el presidente en sus conferencias matutinas.
En EdoMéx
El Estado de México carga con el estigma de ser una de las entidades en donde más delitos se comenten, las estadísticas nacionales siempre lo ubican entre los primeros lugares, la promesa de Alfredo del Mazo para entregar seguridad en los primeros tres meses de su mandato cada vez se aleja más, a pesar de la disminución en algunos delitos de acuerdo con los estudios, la realidad lo supera por mucho; La Mayoría Silenciosa padece a diario asaltos, el robo de sus autos, hogares y negocios, las violaciones y los feminicidios son el pan de cada día.
Esta vez la organización Alto al Secuestro lo ubicó en el segundo lugar, sólo detrás de Veracruz, entre las entidades con más secuestros cometidos durante enero del 2019; mientras en el EdoMéx se cometieron 63 en Veracruz 69.
Los municipios mexiquenses que promediaron mayor índice de este delito son: Naucalpan, Nezahualcóyotl, Cuautitlán Izcalli, Toluca, Acolman, Ixtapaluca y Ecatepec.
En el PRD
Mientras unos abandonan el Partido de la Revolución Democrática, otros piden iniciar un proceso de reconciliación urgente y otros más lanzan una campaña #YoMeQuedoEnElPRD; lo cierto es que, ante la renuncia de 9 diputados federales, entre ellos Javier Salinas y el coordinador de los diputados, Ricardo Gallardo, los militantes se han puesto nerviosos y esto puede generar una desbandada que puede terminar la vida del sol azteca.
El grito de Omar Ortega, coordinador de los dos diputados en el Congreso del Estado de México, muestra un eco débil, parece más una justificación a la salida del líder de la nueva corriente “Pensemos”, Javier Salinas, pero carece de autoridad moral para exhortar a la dirigencia nacional.
Mientras Javier Rivera, representante del PRD ante el instituto electoral mexiquense, laza una campaña urgente “Yo me quedo en el PRD”, misma que está a prueba y que los perredistas deben hacer suya antes de que se hunda el barco, el PRD está en terapia intensiva y las medidas para resucitarlo son urgentes.
