Infancias en prisiones: una realidad en el Estado de México
*Melchor García*
Actualmente, entre 23 y 25 niños y niñas viven junto a sus madres en centros penitenciarios del Estado de México, revelando una situación poco visibilizada pero de gran relevancia social.
Un diagnóstico elaborado por el Poder Judicial del Estado de México y la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) aporta datos clave sobre esta problemática y sus implicaciones para las infancias y maternidades en reclusión.
El estudio, titulado Maternidades e Infancias con Referentes de Crianza en Prisiones del Estado de México, expone que el 86.7% de las mujeres privadas de la libertad en la entidad tienen hijos.
De este grupo, un 21.5% reporta que el padre de sus hijos también se encuentra en prisión. Además, el 35.7% de los hijos estuvo presente al momento del arresto de sus madres, lo que implica una experiencia de gran impacto emocional para los menores.
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La edad promedio de estas mujeres es de 35 años, y la mayoría son originarias del Estado de México (44.9%) o de la Ciudad de México (38.4%).
El diagnóstico destaca que el 45.7% de las mujeres cuenta con estudios de secundaria, mientras que solo el 9.1% ha cursado estudios superiores. La falta de recursos económicos es el principal motivo por el que muchas abandonaron sus estudios.
En cuanto a su situación personal, el 40% de las internas está casada, pero el 55% no tiene pareja. Las condiciones de vulnerabilidad se agravan, ya que el 12.2% ha estado embarazada durante su reclusión, y el 2.6% ha tenido abortos en prisión.
Los niños pueden permanecer con sus madres en prisión hasta los tres años de edad. Actualmente, la mayoría de los menores (93.3%) ha salido de los centros penitenciarios, pero nacieron mientras sus madres estaban recluidas. De ellos, el 49.6% está bajo el cuidado de los abuelos, el 16.9% con sus padres y el 25.1% con otros familiares.
Las visitas de los hijos a sus madres son comunes, y el 45.9% de las internas recibe visitas cada 15 días. Sin embargo, un 65.9% afirma que no existen condiciones adecuadas para estas visitas en los centros penitenciarios.