Listas las “mantehojaldras” para degustar paladares
*Melchor García*
Dicen los comelones que una vez que llega en el calendario el mes patrio, da inicio la mejor temporada para los paladares mexicanos, satisfacción de los estómagos y deleite de los comelones, sorteada la gesta independentista llega el otoño y su inseparable signo de sabor, el pan de muerto.
Eduardo Limón, panadero mexiquense, recuerda los sabores que le evocan la cocina, la harina y el olor inconfundible del pan recién horneado; símbolo de lo que son las familias mexicanas: unión y trabajo duro por salir adelante.
“Muy pequeño mi abuelito que era panadero le llevaba a mi mamá pan, cada ocho días nos visitaba y llevaba pan, es mi primer recuerdo, el segundo cuando mi mamá y mi tía vendían pan.”, comentó el panadero.
Ese deseo lo llevó a crear en esta temporada la mantemuerto o mantehojaldra, lo mejor de dos mundos en un solo pan al interior de un capacillo, la porción exacta de pan para aquellos que buscan darse un “gustito” sin sentirse mal por dejar la dieta, o los que buscan no gastar tanto y disfrutar el pan de muerto de la temporada.
“Sabemos que no estamos en la mejor situación económica, no es lo mismo que gastes 15 o 20 pesos en una hojaldra o pan de muerto para un niño que ni se lo acaba a uno de estos que yo lo doy en seis o siete pesos y que el niño se lo acaba, se les hace originales atractivos y gastan poco.”, señaló.
La clave en este platillo urbano, afirma, es conservar la receta tradicional del pan de muerto y dejar las invenciones a un lado, amasar a mano además de mantener el sabor del té de azar la base de este pan.
“Enaltecer nuestras tradiciones mexicanas el pan de muerto original con azar, el sabor original que tanto manteojaldras como pan de muerto son 100% mexicanos y no le cambio, no utilizo conservantes, ni saborizantes ni que la de chocolate o que la de nuez, no, la tradicional de azar es el orgullo de pan de muerto 100% mexicano, todavía hay quienes lo hacemos como dios manda.”, aclaró.
La mantemuerto o mantehojaldra es demandado a tal grado que para finales de octubre y los días uno y dos horneara entre cuatro a cinco mil piezas, no dormir noches enteras y para que tenga el sabor inigualable. Hoy desde las redes sociales Eduardo Limón o Brenda Naranjo cubre pedidos o se puede encontrar en la zona de bazares de rectoría los martes y viernes, ubicado en Gómez Farías 203 planta alta.
