jueves, marzo 28, 2024
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López Obrador se equivoca de enemigo

**Estados deben entrarle al quite para reactivar economía**

**Prerrogativas, la estrategia electoral del 2021**

La pandemia del COVID-19 ha obligado a diversos países a tomar medidas extraordinarias para tratar de rescatar su economía, apoyos a empresas, entrega de dinero a los desempleados, créditos a pequeñas empresas, perdón en el pago de servicios como luz, agua y gas, entre otros muy diversos, esto a pesar de que la emergencia todavía no termina. Sin embargo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció medidas que en nada ayudan a los afectados por la pandemia ni de manera económica ni de salud.

El anuncio dado a conocer este domingo por el mandatario mexicano, se quedó corto de las expectativas de La Mayoría Silenciosa, ningún sector quedó conforme; el informe fue una extensión de su visión personal de gobierno, apoyos sociales y contratación de personal médico que es una vieja demanda en el sector salud.

Por no ayudar a los empresarios que le hicieron la vida imposible en su intento para llegar a gobernar el país, confundió los sectores productivos. La muestra es muy clara, las grandes empresas a quienes Andrés no ha querido darles un sólo beneficio, producen entre 2 empleos en el país, sus dueños apostaron dinero, hicieron guerras sucias contra él, le pusieron el mote de ser “Un peligro para México”, finalmente los venció en el 2018.

Poco a poco y aunque pocos lo notan, se ha ido vengando de ellos, las investigaciones en curso son muy claras, los está persiguiendo, los acosa y les frena proyectos de inversión, lo malo, es que ‘se va llevando entre las patas’ a los verdaderos generadores de empleos en el país.

Las cifras no mienten, las pequeñas y medianas empresas generan 8 empleos en México, aportan el 52 por ciento al Producto Interno Bruto y tienen entre 1 y 10 empleados por negocio.

De acuerdo con el Censo Económico del 2019 del INEGI, en ese año había cerca de 6 millones 300 mil unidades económicas, el 85 por ciento se dedican al comercio y los servicios, el 12 por ciento a manufacturas. Todos ellos se han visto perjudicados, ha parado su producción, ha dejado de vender o dejado de dar servicios. Algunas unidades de comida siguen vigentes, pero con ventas muy bajas, el sector farmacéutico mantiene su nivel y la venta de insumos de primera necesidad se mantiene vigente y dentro de parámetros normales.

Las pequeñas y medianas empresas tienen la posibilidad de salvarse si contratan créditos, el problema es que los intereses de los empréstitos para ellos son muy caros, por lo tanto, muchas unidades económicas cerrarán y con ello no sólo miles, sino millones de empleos; La Mayoría Silenciosa no tendrá empleo ni dinero para comer. El presidente no entiende que necesita ayudar a quienes dan trabajo, y esos, no son sus enemigos, los grandes empresarios.

Aunque muchos analistas están de acuerdo en frenar los proyectos como la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya, sería catastrófico para los estados en donde se construyen, ya que estas obras darán empleo, generan derrama económica y mantiene vivas las empresas. Lo ideal es generar incentivos fiscales y créditos, para pequeñas y medianas empresas, con la finalidad de darles oxígeno y lograr que superen la crisis que se avecina.

En México

Los estados deben entrarle al quite para reactivar la economía, hasta ahora la construcción de grandes obras ha sido nula, es necesario que los estados inviertan sus recursos para generar empleo y derrama económica. Tiene años que en muchas entidades no se hacen obras de impacto y este es el momento para hacerlo. Hasta ahora los recursos son utilizados en nómina y apoyos sociales para captar electores, pero la infraestructura ha sido olvidada.

El gobierno federal difícilmente tendrá recursos para reactivar la economía en todas las regiones, es más, López Obrador no tiene esa intención, por tanto, serán los gobernadores quienes pueden apostar por reactivar la economía y beneficiar a La Mayoría Silenciosa.

En los Partidos

Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador, pidiera a los partidos bajar el 50 por ciento de las prerrogativas, PAN, PRD y MC se negaron a realizar tal acción, y hacen bien, en caso de hacerlo se pondrían en desventaja para las elecciones del 2021 y para los dos últimos es cuestión de supervivencia.

La estrategia cuenta en los dos bandos, en el primero, López Obrador, si aceptan les debilita su logística y operación, si no lo hacen los exhibe como insensibles; los partidos saben que si aceptan estarían en desventaja para competir en las próximas elecciones, si no lo hacen perderían la oportunidad de frenar a López Obrador en su intento por seguir controlando el país a su antojo.

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