jueves, marzo 28, 2024
Municipios

Posadas: una tradición en decadencia

*Melchor García*

Foto: Especial.

Este domingo 16 de diciembre inician formalmente las posadas, celebración que evoca la tradición judeocristiana del recuerdo a la etapa previa al nacimiento de Jesús, en la segunda fiesta más importante para los católicos después de la Semana Santa, la cual, en opinión del antropólogo, Antonio Moreno Jiménez, especialista en religión por la UAEMéx, ha perdido en las últimas dos décadas su naturaleza religiosa para ser hoy sólo espacio de convivencia, pero también de excesos de las familias, principalmente de los jóvenes.

Explica que los elementos que sí debería tener una posada original son el rosario, el paseo de los peregrinos, pedir posada, entrega de aguinaldos y la piñata de siete picos, que representa los pecados capitales.

“Regularmente sólo nos quedamos con la parte de la comida, la convivencia, ya nunca hay rezos, en realidad, en las posadas; si pensamos en las posadas de los jóvenes hoy en día, pues, es consumo de alcohol, fiesta y baile.”, aseguró.

Destaca que, si bien la religión debe entenderse como una estructura dinámica que se mueve según la sociedad de su tiempo, los cambios se alejan de su naturaleza religiosa; mismo caso, reconoce, de la fiesta de la Navidad, la cual de festejar el nacimiento de Jesús se ha convertido en una fiesta de la mercadotecnia y el consumismo, lamenta.

“Desgraciadamente es lo que está en boga, el consumo, el comprar y habría que recordar lo que se dice en otra tradición, como son las pastorelas, que lo importante no es el consumo, lo importante no es de navidad, sino la oportunidad de tener un momento de reflexión y convivencia familiar, de estar en un espíritu diferente, en un ritmo completamente diferente al que tenemos en el año.”, expresó.

Llama a recordar la tradición milenaria de que evoca la religión, en el que se toma la figura religiosa como motivo para convivir y reforzar nuestros valores sociales, pues esta tradición de las posadas en su origen, señala, se mantiene en contadas zonas rurales, pero perdiéndose cada año en espacios urbanos.

“Un llamado en torno al consumo de la navidad, nos dicen en muchos lados que no es el consumir los regalos lo más importante; en este caso, es la convivencia con la familia.”, finaliza.

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