Se registran brotes del virus de Coxsackie en un kínder de Xonacatlán
José Ángel Gutiérrez López
El municipio de Xonacatlán registró sus primeros brotes del virus de Coxsackie, una enfermedad contagiosa que provoca llagas dolorosas en la boca, así como fiebre y sarpullido en manos y pies, tras surgir más de seis casos en infantes de un jardín de niños ubicado en la cabecera municipal.
El fin de semana, la dirección escolar del kínder y primaria Federico Froebel, ubicado en la calle Gustavo Baz, colonia centro, citó discretamente a los padres de familia con el propósito de celebrar una junta informativa sobre los casos registrados en el plantel educativo.
“La maestra de mi sobrina usó el término ‘epidemia’, porque ya hay más de seis niños con padecimientos claros, y otros más que se suman a la sintomatología”, dijo una ciudadana que acude regularmente a recoger a su familiar al plantel, aunque pidió omitir su nombre.
Uno de los padres comentó que hace falta información tanto de los síntomas como de las afectaciones provocadas por el virus, por ello consideró importante que la dirección escolar haya citado a esa junta.
Otros presentes en la junta marcaron por teléfono a sus familiares para preguntar si era cierta la existencia de una nueva enfermedad, de ahí la inquietud de conocer más sobre el virus, que más allá de las múltiples y dolorosas molestias, no debe preocupar, porque no es mortal.
Para fortuna de quienes acuden a ese plantel, las vacaciones han comenzado y por ende se reduce la posibilidad de más contagios, al menos al interior de la escuela, pues los cuidados deberán hacerse en los hogares.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, un bebé o niño menor de cinco años es susceptible al contagio del Coxsackie, y puede adquirirlo en sitios de convivencia como las estancias infantiles, donde el mal se puede propagar mediante las heces, con el cambio de pañales o secreciones de la nariz.
No hay un tratamiento específico para hacer frente a esta enfermedad, aunque la Secretaría de Salud sugiere administrar medicamento para controlar la fiebre, pero sólo con prescripción médica.
El contagio se registra durante los tres primeros días de contacto y a la postre se desarrollan los síntomas, como las llagas dolorosas en la boca, sarpullido en manos y pies, así como fiebre alta y dolor de garganta.
Las recomendaciones para prevención son lavar las manos constantemente, utilizar cubiertos individuales, estornudar con el codo en el antebrazo y evitar saludos de beso, además de alimentar al paciente con lácteos y líquidos, estos últimos preferentemente fríos.
