Alumnos de Prepa 3 continúan exigiendo destitución de la directora Manzur Quiroga
Alberto Dzib
Para exigir respuesta inmediata, alumnos del Plantel Cuauhtémoc de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), realizaron éste jueves una nueva manifestación ante las oficinas de rectoría, en ésta ocasión con pruebas, para exigir la destitución de la directora, María de los Ángeles Manzur Quiroga, a quien vinculan con presuntos actos de nepotismo y abuso de autoridad.
Desde su escuela marcharon hasta el edificio de rectoría, en donde una comisión representante, fue recibida por la Secretaría del órgano y a la cual dijeron, ésta vez entregarían, pruebas y documentos que demuestran la actitud tomada por la administración de Prepa 3 y que tanto alumnos como maestros han reprobado.
Además, anexaron un pliego petitorio constituido con 8 puntos de solicitud en donde contextualizan la situación que se vive en la escuela y respaldan su demanda a la directora por considerarse que en su forma de dirigir el plantel, ha violado derechos humanos, estudiantiles y laborales, hechos ante los cuales piden al rector Jorge Olvera García, ofrecer una solución rápida y proteger a los inconformes de cualquier tipo de represalia que pudiese presentarse.
“Los miembros de la comunidad estudiantil, manifestamos el apoyo pleno para los compañeros alumnos y docentes del Plantel Cuauhtémoc de la escuela preparatoria ante los lamentables actos antiéticos de nepotismo, despotismo, arbitrariedad y represión, que la directora María de los Ángeles Manzur Quiroga, muestra en contra de los alumnos inscritos en la matrícula de dicho plantel”.
Resaltaron que por el desenlace que ha tenido la problemática, la única manera de corregir el futuro de la escuela es quitando del cargo a la directora Manzur Quiroga, pues desde su perspectiva, ha echado abajo todo indicio de autonomía en la preparatoria número 3.
“Solicitamos la destitución de la directora del plantel de la escuela preparatoria número 3, María de los Ángeles Manzur Quiroga, de modo que se refleje la autonomía y sensibilidad de nuestra universidad y la nula subversión de la política externa”.
Precisamente por el temor a ser afectados posteriormente, incluyeron en sus peticiones, designar a un defensor universitario sin nexos amistosos o familiares con la actual directora o los miembros de su gabinete y que se encargue de supervisar las acciones administrativas para “devolver la dignidad a nuestra institución”.
