martes, abril 30, 2024
Opinión

¡Como ha pasado el tiempo!

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*Aarón Dávila*

Foto: Ilustrativa.

¡Como ha pasado el tiempo! Desde muy pequeño, he gustado de la música y en especial cantar.

Yo canto desde que tengo uso de razón y entre las muchas experiencias presentes en mi memoria, aun recuerdo con claridad a mi padre llegando a casa un día por la noche, muy motivado por un anuncio que había escuchado en la radio mientras conducía a casa.

En el anuncio se notificaba un concurso de canto que se llevaría a cabo en cierto programa de radio y sería totalmente en vivo, así que, mi padre al llegar a casa lo primero que hizo, fue sacar del closet su vieja guitarra, (mi padre era un bohemio acérrimo) le fascinaba cantar.

Recuerdo que tenía una rondalla con sus amigos con la que salían a dar serenata a diferentes lugares, me encantaba porque, me llevaban a todas las serenatas para apoyarlos cantando, yo tendría apenas unos 6 años a lo sumo, pero sin importar nada, para mi era súper emocionante acompañarlos y cantar hasta las altas horas de la noche, bueno, por lo menos hasta donde yo aguantaba antes de quedarme dormido.

El caso es que, mi padre llego a casa aquella noche y me dijo con guitarra en mano, prepárate hijo vamos a ensayar porque vas a participar en un concurso de canto en la radio, nunca tuve temor de cantar en público, por el contrario, al escuchar la noticia me llené de emoción y si chistar me senté junto a él.

Mientras afinaba con cuidado y atención su guitarra, recuerdo que le dije en cierto momento: -Papi y, ¿qué vamos a cantar? – A lo que él respondió: -vamos a ensayar una canción muy bonita que se llama “Tire tu pañuelo al río”. – Recuerdo bien, que en aquel entonces, esa canción estaba de moda y la cantaba Julio Iglesias uno de los interpretes más famosos y reconocidos del momento. Así es que, sin más, mi papá me enseño la canción y comenzamos a ensayar.

Noche tras noche al regresar del trabajo, mi papá tomaba su guitarra y comenzábamos a cantar. Saben una cosa, ni siquiera me importaba el concurso, lo único que en verdad me importaba era estar ahí con mi padre, cantando juntos una y otra vez la misma canción.

Mi padre disfrutaba escucharme cantar y siempre que podía me pedía que cantará en las reuniones con los amigos o con la familia, sólo tomaba su guitarra y yo comenzaba a cantar, ese era el momento más feliz de mi vida y lo fue durante muchos años.

Al pasar los años, me aficione al canto, estudie, practique y he cantado desde entonces, en diferentes lugares, países, auditorios, teatros y aun ahora mi padre, sigue siendo mi fan número uno

Mi padre tiene 77 años de edad, en unos días más estará cumpliendo 78. Cuan agradecido estoy por su vida, por su ejemplo, por su buen corazón.

Permítanme dedicar esta columna al hombre que me formo, me guio, me instruyo y me hizo sentirme bien amado durante toda mi vida. A mi padre: Sergio Dávila Galván.

Mire usted. He escuchado a algunos padres y madres decir, ya no se que hacer con mi hijo, no obedece a nadie, no escucha consejos, no me respeta. Permítanme un consejo de amigos. Tan sólo encuentren la canción correcta y comiencen a cantar con sus hijos.

Tal vez no sea una canción, posiblemente sea un deporte, o un ejercicio o tal vez una actividad diferente, en todo caso estoy seguro de que tu amor será suficiente.

Tu hijo o hija sólo buscan sentir tu amor verdadero, esa es la señal que esperan para seguirte, es todo, amor verdadero, especialmente dedicado para ellos, el tiempo que sea, un minuto o dos, una hora o dos, o tal vez sea suficiente un abrazo o dos, pero que sean de corazón, verdaderos y con gran emoción, les aseguro que será suficiente para recuperar no tan sólo la atención de tus hijos, también su corazón.

Que Dios les bendiga.

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