lunes, abril 29, 2024
Municipios

Con justicia como exigencia, en Temoaya acompañan a Jalix a su última morada

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*José Ángel Gutiérrez*

Foto: Especial.
Dos feminicidios en dos años remecen la paz de la familia, cuyos integrantes piden entre llanto y frustración, dar con el responsable durante el sepelio realizado en San Pedro Abajo, donde la joven fue privada de la vida.

El luto se apoderó de la comunidad de San Pedro Abajo, segunda sección, en el municipio de Temoaya, donde voces unísonas combinaron el llanto y tristeza con una exigencia de justicia para Jalix Rubio Telésforo, la joven cuyo feminicidio perpetrado en su hogar cerró capitulo con un sepelio concurrido.

Familia, amigos y vecinos de la adolescente de 17 años, quien cursaba la preparatoria y se aprestaba a estudiar criminología, encabezaron el cortejo fúnebre con alrededor de 600 personas a lo largo de la calle Ignacio Zaragoza, en la desviación al COBAEM de Enthavi, donde radicaba la menor.

Resaltaba la presencia de doña Lucía Telésforo Vázquez, su señora madre, así como de don Daniel Cirilo Rubio González, su padre, quienes en medio de la tragedia recordaban a Jalix como una mujer jovial, talentosa y decidida a abrirse paso en aquella profesión para contrarrestar a infractores.

En torno al féretro también figuraban las hermanas, quienes portaban imágenes, dibujos, y flores, la igual que un cargamento de dolor y frustración por esta pérdida, segunda en dos años, ya que el 9 de mayo de 2020 también fue víctima de feminicidio Maicha Pamela, su sobrina, en San Diego Alcalá.

A lo largo del camino, la exigencia fue unísona: justicia, en presencia de muchos vecinos de la comunidad hacia la iglesia de San Pedro, donde las lágrimas y rostros tristes pero también enfadados demandaron justicia para esta menor, quien estaba en la flor de la edad rumbo a un futuro promisorio.

Con coronas de flores frente al cortejo, hombres y mujeres acompañaban a la familia en este triste episodio, con aquella voluntad que caracteriza a las comunidades de escasos recursos económicos, aquellas que brindan “lo poco o mucho que tienen”, a diferencia de personas de otras esferas sociales.

Los restos mortales de Jalix arribaron finalmente al panteón municipal de Temoaya, donde las lágrimas recrudecieron, tras quedar fríamente claro que sería la última ocasión para apreciar el rostro, la sonrisa y los rizos de la menor, cuyo cuerpo fue finalmente depositado al interior de la fosa.

Jalix apareció sin vida el pasado sábado por la mañana, cuando una de sus hermanas volvió por un mandil de trabajo, aunque halló una escena cruenta, la de Jalix, en su recámara, con golpes en el cuerpo, degollada con arma blanca y signos de abuso sexual, por lo que tiene atenuantes como delito de feminicidio.

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