miércoles, abril 24, 2024
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Conciliar entre policías y reporteros sin arresto es posible; en Xonacatlán sucedió una vez

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*José Ángel Gutiérrez López*

El diálogo y posterior identificación evitaron un problema como el de Metepec, sin forcejeos con policías, ni “alteración del orden” ni ante un juez conciliador, en esta esquina perteneciente a la delegación Zolotepec.

El reciente incidente de los colegas reporteros Abadiel Martínez y Karim Rangel, quienes fueron arrestados por policías municipales de Metepec con uso excesivo de la fuerza, recapitula un suceso ocurrido en Xonacatlán, donde se aclaró un malentendido similar, sin que llegara el agua al río, con comunicadores de la misma emisora.

A mediados del año 2014, compañeros de la coordinación de comunicación social del trienio 2013-2015 recorríamos comunidades, en conjunto con elementos de Seguridad Pública, con el fin de levantar evidencia fotográfica para un informe de la administración municipal.

La entonces coordinadora de comunicación, Iveth González Mendoza recibió una llamada telefónica de la policía. Un operador le avisó que había un problema con dos periodistas y un oficial afuera de la escuela primaria Venustiano Carranza, en calle 5 de Mayo de la delegación Santa María Zolotepec.

El autor de esta nota preguntó “¿de quiénes se trata?” Vía radio, la respuesta fue casi inmediata: eran dos colegas del noticiario Mega Noticias cuyos nombres reservamos por obvias razones.

Inmediatamente, junto con el jefe de policía, nos desplazamos al lugar, procedentes de la delegación San Miguel Mimiapan, a unos 15 minutos de distancia entre calles en descenso, hasta llegar al edificio delegacional de Zolotepec, en cuyo costado se ubica el colegio referido.

Ahí, un policía ministerial radicado en la zona trataba de intimidar al camarógrafo, así como a la reportera, a quienes exigía explicaciones y preguntaba por qué filmaban afuera de la escuela. En respuesta, los comunicadores le contestaron que era para fines de trabajo.

Previamente, un policía municipal, de los pocos conocidos por su amabilidad, había preguntado a los reporteros cuál era el motivo para tomar video. Sin embargo, antes de tener una respuesta, un par de habitantes ya habían llamado al ministerial.

Cuando la municipal y el ministerial atestiguaron el saludo entre un servidor y la reportera –hoy día fuera de la emisora–, así como con el camarógrafo –aún activo en el canal– verificaron que eran medios de comunicación, por lo que ambos se marcharon y acabó el malentendido.

A esas alturas, Gabriel Flores, en ese entonces gerente y conductor del noticiario se había comunicado para exigir respeto al trabajo de sus compañeros.

Los propios pobladores que pidieron la presencia del medio de comunicación nunca aparecieron para defender la causa.

Con la intervención de nuestra área de trabajo y la identificación de los reporteros, quienes no grababan rostros, sino pies y mochilas de estudiantes, el asunto no acabó en forcejeos con la policía, ni con “alteración del orden” ni ante un juez conciliador, porque hablando se entiende la gente.

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