EN UN MINUTO CAMBIO MI VIDA: DIANA HEREDIA AL REGRESAR A SU HOGAR
Emirteh García
Fue un minuto, un momento y cambió toda mi vida, palabras de Diana Heredia Rubí Sánchez, la joven víctima de un atropellamiento el 14 de agosto en el municipio de Metepec, quien tras dos meses de internada en el hospital del IMSS de Lomas Verdes regresó a casa.
Momentos antes de comenzar una conferencia de prensa en su recámara, se escuchaban las risas de la universitaria; estaba con un grupo de amigas y rodeada de familiares, tapada con un pequeño cobertor rosa.
Aun lado de ella se colocaron una gelatina y un pastel, no dudó en expresar que olían muy rico y quería una rebanada; aunque no puede moverse al 100% su ánimo denotaba la desesperación por regresar a su vida.
¿Qué pasó el día del accidente? Se le cuestionó, pero ella honestamente contestó que no lo recordaba bien, lamentaba que la empresa no se hubiera hecho responsable y la acusara de tener la culpa, más que en 48 horas se exculpara al chofer.
Me preguntaron lo que había pasado, pero yo todavía estaba en shock, me atropellaron el viernes, el sábado me interrogan y el lunes dicen que no tuvo la culpa.
Ser víctima de un atropellamiento cambió la vida de Diana Rubí como ella lo narra, antes no valoraba el poder caminar, pero cuando te dicen que vas a estar en un hospital y que puedes perder tu pierna, cambia todo.
Aunque ya se encuentra en su casa, la joven reconoce que no podrá regresar a la escuela por el momento, porque aún existe el peligro de que el injerto colocado, tras cinco operaciones, se le caiga, por lo que debe permanecer en reposo.
El apoyo por parte de la Universidad Autónoma del Estado de México continúa, pues la institución a través de su seguro escolar asumió los costos hospitalarios, inclusive la trasladó de hospital y abiertamente el rector, Jorge Olvera García ha reiterado su apoyo con la alumna.
Regresar a su rutina, es aún un sueño lejano para Diana Rubí, quien tendrá que regresar en 15 días al hospital para revisión; aún no puede caminar ni salir de su casa, pero eso no la desanima.
“Estoy viva eso es todo, en el hospital las primeras noches despertaba llorando, soñaba que no podía cruzar la calle, y también me veía abajo del camión, pensado Diosito no dejes que me aplaste la llanta, después me dijeron que podía perder mi pierna, y hoy ya estoy en mi casa, con mi familia y amigos, no puedo pedir más, ahora valoro las pequeñas cosas, quiero regresar lo más rápido a estudiar”, concluyó.
