Error eliminar sistemas anticorrupción; alerta experta de la UAEMéx
*Melchor García*
En México, el 51 por ciento de la población adulta reconoce haber participado en un acto de corrupción al menos una vez al año. Pago de favor a la autoridad, mecanismo para acelerar un trámite o evasión de una sanción económica u administrativa, son las respuestas más frecuentes de los ciudadanos para recurrir a esta práctica.
El 27 de mayo de 2015, se publicó la reforma constitucional que creó el Sistema Nacional Anticorrupción, luego de ocho años de operación, México sigue estancado en su índice de percepción de transparencia en la posición 126 de 180 países en el planeta.
De acuerdo con Alejandra Paola Carrillo Hinojosa, investigadora de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) esta inoperancia deriva de origen, en su conformación, estructura y sobre todo en sus capacidades.
Argumenta que, si bien fue una alternativa para atender una mayor transparencia en el uso de los recursos públicos, vinculando de forma directa a los ciudadanos; al no dotarle de facultades sancionadoras, se convirtió en un elefante blanco.
“Faltó mayor acción por parte del sistema, quizá darle mayores facultades para un actuar y que le permitiera, pues combatir y señalar de manera puntal donde se está presentando o daba origen a la corrupción”, expresó.
Urgió con ello a hacerle una reforma que permita la vigilancia de las autoridades y que por supuesto tenga la facultad de sancionar de manera directa a los corruptos.
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“Reformarlo y poner más atención en las funciones que tendría, es decir, hay que fortalecerlo, darle mayor facultad, hacer ese análisis sobre qué es lo que le hace falta y en que está fallando para que en verdad haga un combate a la Corrupción”, indicó.
En caso de que desaparezca en su totalidad, se cuestiona ¿qué alternativas se van a desarrollar para frenar este flagelo que le cuesta a erario millones de pesos de recursos públicos?
Desde el 2020, México ha mantenido la misma calificación en esta materia, 31 puntos. La escala del índice va de cero, la peor calificación, a 100, la mejor calificación posible. Con 31 puntos, México obtuvo la misma calificación que Bolivia, Laos y Uzbekistán.
Con ello, México ocupó la última posición entre los 38 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, de los de menor percepción de transparencia.
