Morena: mucha campaña y poco gobierno
El estilo de Andrés Manuel López Obrador de hacer campaña permanente durante más de 20 años ha permeado en el partido Morena, donde ahora, es más importante recorrer el país que dar buenos resultados en gobierno o someterse a la evaluación ciudadana con base a sus acciones.
Por esta razón, cuatro de los aspirantes a gobernar México han solicitado licencia o se van a separar del cargo para buscar ser coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación. Mientras La Mayoría Silenciosa se concentra en una disputa electoral creada para violar las leyes, se olvida de evaluar si los planes o las acciones de gobierno han sido buenas o están resolviendo los problemas de la nación.
Pero la figura de coordinador de los comités de defensa, que ya fue aplicada en los estados y ahora en lo nacional, ayuda a posicionar al aspirante ganador antes de una contienda electoral, a reforzar su imagen o conocer a fondo las estructuras de su partido, con la intención de darle vuelta a la Ley General de Instituciones y Procedimientos electorales, que fija plazos para hacer precampaña y elegir candidatos de manera interna a los partidos políticos.
Aunque Morena ha iniciado formalmente su proceso de selección de candidato, sus aspirantes llevan más de un año haciendo campaña, posicionando su imagen, realizando acciones en pro de conseguir la candidatura y olvidando su tarea de gobernar o sus funciones al frente de sus encargos. No olvidemos las apariciones en espectaculares, revistas, campañas en bardas, entrevistas en medios, pero sobre todo la contratación de personal especializado en imagen y campañas políticas.
Todo lo anterior pasa mientras la violencia se apodera del país, los grupos delictivos dominan territorios generando ingobernabilidad, las desapariciones y los homicidios crecen mes con mes, de acuerdo con las estadísticas. La inflación ha propiciado que las familias tengan menos dinero para cubrir sus necesidades, pero el gobierno cree que con sus dádivas la gente dejará de ser pobre.
El aparato de salud no llegó a ser como el de Dinamarca, la gasolina no costó 10 pesos, la corrupción fue igual o peor que en otros gobiernos y así, no podemos pasar muchos renglones mencionando lo que no fue. Pero el presidente Andrés Manuel López Obrador se la pasó haciendo campaña para ganar 22 estados, apoyando a sus candidatos, sometiendo a los gobernadores de oposición y vengando los desaires recibidos en los anteriores 18 años. En síntesis, mucha campaña y poco gobierno.
Los resultados no mienten, las estadísticas tampoco. Su cuarta transformación se quedó corta, no cimentó ni siquiera los pilares para una nueva forma de gobernar, destruyó un sistema; es cierto, innovó con sus mañaneras para imponer agenda, prácticamente ha desaparecido al PRI y al PRD, seguramente en el tiempo que le queda buscará hacer lo mismo con el PAN, pero sus resultados para La Mayoría Silenciosa son escasos. Su visión sesgada de la realidad no le alcanzó para ver más allá de nuestras fronteras, el primer mundo nunca estuvo en su mirada y el desarrollo se estancó en el sur del país. De sus pupilos, mejor ni hablar.
PRD necesita volver a las calles
De acuerdo con el conteo preliminar del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) y la espera de que se hagan las cuentas finales de la elección del 4 de junio, sin importar si pierde o mantiene el registro estatal, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), debe regresar a las calles para convencer a La Mayoría Silenciosa y ganarse su confianza de nuevo; recordar por qué son el partido de izquierda, sus logros tanto en la Ciudad de México como en los estados y en el Congreso de la Unión.
Si el PRD no entiende que apegado a las coaliciones está condenado a desaparecer de la vida política; si no le da vergüenza su papel de partido satélite, no merece otra oportunidad por parte de los electores. Si lo que buscan es presupuesto como lo han hecho en los últimos años, mejor que se conviertan en otro PT o Partido Verde, se pueden cobijar con Morena o con otro partido, incluso con Movimiento Ciudadano a través de la limosna de votos.
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