Urgen al rescate del Río Lerma
*Melchor García*
El Río Lerma se ha consolidado los últimos años como uno de los más contaminados en todo México y tal vez en uno de los afluentes más afectados en el planeta, así coincidieron en advertir autoridades federales en el marco del anuncio por la “Concertación de Acciones por el Rescate Integral de la Cuenca Alta del Río Lerma”.
Al encabezar la presentación del próximo encuentro en el que participarán autoridades de la Comisión Nacional del Agua y del Congreso de la Unión, María Elena Rodríguez Hernández, directora de COMALAC, reprochó los poco más de 60 años de abandono que sufre el río.
Hoy devastado, dijo, por la contaminación de los parques industriales de la zona, las aguas residuales que vierten los gobiernos municipales por los que cruza, así como la nula operación y eficiencia de las plantas tratadoras.
“Se pretende no más ir en contra de la naturaleza, sino con ella, terminar con las emisiones grises, las de cemento para utilizar el respeto a la naturaleza, lo que permitirá también atenuar el cambio climático. Las actividades iniciales necesarias orientas que se tenían en territorio infiltrante son, uno, incluir la coordinación de esfuerzos tanto oficiales como científicos, académicos con los saberes y prácticas de las culturas originarias cómo incluir programas de colectivos activos.”, señaló.
Con ello, para encontrar una solución que asegure el resurgimiento del equilibrio ambiental del río, la Fundación de Comunidades del Alto Lerma llamó a los alcaldes y diputados de la zona a participar en el próximo foro que se realizará el 5 de octubre donde buscarán generar soluciones de sustentabilidad para el cauce.
En el anuncio, autoridades reconocieron que para que el río Lerma sane, no sólo es necesario dejar de verter aguas residuales, sino cuidar sus humedales y fauna, frenar la tala ilegal en los municipios aledaños.
Se advirtió que además del evidente daño ambiental, los riesgos para los pobladores de la zona es el uso de agua contaminada con metales pesados que pueden generar desde problemas de piel, sordera y hasta cáncer.
