miércoles, mayo 1, 2024
La Mayoría SilenciosaOpinión

Alianzas de Morena y PRI en el Estado de México serán de último momento

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El próximo 14 de enero finaliza el plazo para dar a conocer al Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) la intención de hacer alianzas para la elección de junio del año en curso, hasta el momento los partidos trabajan de manera apresurada para lograr los acuerdos pertinentes que les permitan ir juntos. De un lado, se encuentra Morena, el PT y el Partido Verde; y del otro, el PRI, PAN y PRD. Movimiento Ciudadano como ya lo había anunciado, irá solo y las dos coaliciones coquetean con el partido local, Nueva Alianza.

En el caso de Morena, los acuerdos se llevan a cabo en las dirigencias nacionales con alguna representación de los partidos en los estados y, aunque en el caso del Partido Verde, José Couttolenc se resistió lo más que pudo, Mario Delgado dio a conocer el día de ayer (lunes), que la alianza está casi amarrada; mientras el PT presumía en redes sociales que se encuentra afinando los últimos detalles para unirse en pos de la elección de gobernador.

Llama la atención que el PRI no tiene nada seguro en la bolsa, aunque tampoco se cree que haya problemas para convencer al PAN y el PRD. El problema es que está saliendo caro el acuerdo, ya que sus aliados tiene aspirantes que crecieron lo suficiente para competir la candidatura, se entiende que el PRI lleva mano por gobernar la entidad, pero los últimos números indican que Enrique Vargas del Villar tiene un empate técnico con Alejandra del Moral, mientras el PRD solo es espectador ya que su candidato no pasa del dos por ciento de aceptación en encuestas serias.

Firmar la carta de intención de una alianza con la figura de coalición o candidatura común según lo acuerden los partidos integrantes de las diferentes coaliciones, solo es una formalidad, pueden avisar al IEEM y seguir con los acuerdos hasta que se venza el plazo legal para registrar la coalición, pero sienta un mal precedente que no haya avances en los acuerdos.

Vargas del Villar sabe que puede estirar más la liga, el ofrecimiento tiene que ser muy bueno para aceptar el acuerdo, la presidencia de la Junta de Coordinación política en el Congreso local es poco, en comparación de lo que puede ganar el PRI si retiene la gubernatura. Huixquilucan lo ganó sin la ayuda de sus aliados.

Pero, de acuerdo con datos de la anterior elección, el líder de los diputados panistas es malo para negociar, muestra de ello es que le entregó al PRI varios municipios en donde el PAN tenía mejor presencia y números, así como varias diputaciones que le permitieron al PRI equilibrar fuerzas en la Legislatura mexiquense.

Llama la atención que el partido Movimiento Ciudadano no establezca una ruta de competencia interna que le permita posicionar a su candidato de cara a la elección. Ya que de acuerdo con los sondeos, su mejor aspirante, Juan Zepeda, tiene entre el cinco y siete por ciento de las preferencias electorales. Sacar otro candidato le permitiría a Movimiento Ciudadano hacer precampaña y posicionar la marca ante La Mayoría Silenciosa.

En el caso de Nueva Alianza, los últimos sucesos indican que la dirigencia en manos de Mario Cervantes sostiene pláticas con el PRI, y como él tiene la dirigencia formal, puede establecer el acuerdo legal ante las autoridades electorales. Mientras los líderes magisteriales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, sección 17 y 36 establecidas en el Estado de México, prefieren hacer alianza con Morena, ellos tienen los votos y los pueden negociar sin una alianza formal.

Mantenimiento: el problema real del Metro

Ante la falta de protocolos y Estado de Derecho, el accidente suscitado en el Metro de la Ciudad de México se ha vuelto un asunto político, donde los partidos opositores a la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, han generado un asunto mediático que perjudica seriamente sus aspiraciones. El problema real es la falta de mantenimiento del transporte colectivo, al cual ha disminuido su presupuesto, generando inconvenientes y accidentes que han dejado víctimas mortales. Lo importante, sería que La Mayoría Silenciosa supiera qué están dejando de hacer en el Metro y por otro lado, castigar a los verdaderos responsables, cosa que no va a suceder.

En países más desarrollados, lo primero que se hace son investigaciones serias, separando a los funcionarios para no entorpecer los procesos, se revisan los protocolos aplicados, pero en México, los partidos salen a proteger a sus gobernantes, sin tener la información real del tema, lo importantes es no someterlos al escrutinio público y, mucho menos, si es una figura con miras a la presidencia de la República. Eso lo han hecho todos los partidos en su momento, por eso las cosas siguen igual.

La captura del “Ratón” Ovidio Guzmán no resuelve el narcotráfico

La recaptura de Ovidio Guzmán, alias “El Ratón”, ha sido un golpe mediático que le viene como anillo al dedo al presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha caído un pez gordo, justo antes de la visita de presidente de Estados Unidos, Joe Biden y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. La detención aleja sospechas de acuerdos con el Cártel de Sinaloa y al mismo tiempo queda bien con los vecinos del Norte.

Pero el asunto es mediático, muchos narcotraficantes han sido detenidos en administraciones pasadas y ni la violencia, ni el tráfico de drogas disminuye; las razones son simples, los grupos delictivos tienen cientos de cabezas, si no desmantelas bien una organización sus líderes se multiplican. Los gobiernos también han sido ineficientes en mermar el poder económico de las organizaciones delictivas, lo cual les permite obtener tecnología y armas modernas para competir con el Ejército. Por tanto, el show estuvo bueno para entretener a La Mayoría Silenciosa, pero las soluciones necesitan ser más a fondo.

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